Luego de que el Congreso del estado de Puebla marcó los límites que existirán desde ahora entre la ciudad de Puebla y San Andrés Cholula, el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) Alejandro Guillén Reyes afirmó que se supone que el resultado alcanzado fue parte de una exitosa negociación en la cual todos los involucrados estuvieron de acuerdo y, más allá de la repartición, lo cierto es que existe una certidumbre jurídica: “Que es lo que se exigía y hacía falta, el gran problema que se daba con el conflicto limítrofe es que no se sabía bien a bien qué autoridad ejercía jurisdicción sobre cierto territorio, pero con esto se soluciona un problema que se arrastraba por años”.

Desde la perspectiva del investigador y catedrático de esa casa de estudios poblana, lo que sigue es hablar con los grupos inconformes de la sociedad porque muchos tienen un arraigo, por lo que recomendó escucharlos y dar claramente las justificaciones de la decisión; se espera que haya sensatez de las partes y que se conozcan las bondades de la nueva delimitación geográfica, pero no faltan grupos que sostienen cierto arraigo a la tierra y al nombre del lugar en que habitan; eso se sabía de antemano, por eso se detuvo mucho el llegar a un acuerdo en esa zona limítrofe entre los dos municipios”.

Para el politólogo de la UPAEP es importante saber cómo se llevará a cabo la relación entre la autoridad y la población y entonces se sabrá si hay o no justicia, porque si se trata de justicia entre los municipios también hay que recordar que los límites territoriales entre municipios y estados son producto de acuerdos mas de que alguien llegue y diga “aquí, en justicia, esto le pertenece a uno o al otro; lo cierto es que también hay cierta discrecionalidad al momento de fijar los límites territoriales de cualquier jurisdicción poblacional”.

Sobre las autoridades municipales entrantes
En relación a una posible inconformidad de las autoridades municipales que tomarán las riendas de los dos ayuntamientos a partir del mes de febrero del próximo año, el analista político dijo que el asunto del conflicto limítrofe se puede prolongar el tiempo que ellos gusten y cuando termine la siguiente administración probablemente el que sigue quiera continuarlo, pero la finalidad —aclaró— es llegar a un acuerdo, dar certeza jurídica a los ciudadanos o simplemente sostener un conflicto y tener a los ciudadanos en incertidumbre: “La finalidad fundamental del reclamo es de certeza, que también es necesaria”.

Puntualizó que un conflicto puede continuar de manera indefinida, pero hay que preguntar si eso beneficia a los ciudadanos, “eso se debe contemplar”, porque reiteró que al final la decisión obedeció a un acuerdo general y sobre ese acuerdo hay que conducirse.

El apunte 
En la resolución del tema limítrofe, dijo Alejandro Guillén Reyes, no se puede hablar solamente de que hubo justicia o injusticia hacia las partes, porque esos nuevos límites son productos de un acuerdo y tienen que hablar con quienes están inconformes, para mostrar las bondades de la decisión y explicarles que hay una certeza jurídica y un ayuntamiento con el cual se tienen que resolver los problemas que se susciten en la zona.