La frase de “Puebla sigue siendo segura” se quedó únicamente en palabras. Los hechos dicen lo contrario. Incluso, la “ola” delictiva cambió su forma de vida para vivir en la paranoia.
Acontecimientos como la detención de líderes del crimen organizado, el tiroteo en un bar de la avenida Juárez o el asesinato de un exconductor de TV Azteca en una sucursal bancaria son algunos ejemplos de cómo la inseguridad en la entidad sobrepasó a las autoridades.
De acuerdo con datos publicados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del INEGI en 2013, durante el estudio realizado en 2012, al mes a nivel estado se cometen más de 7 mil asaltos, de los cuales se registraron 3 mil 300 con lujo de violencia.
Para 2013, esta misma encuesta se aplicó a la población de 18 años y más en actividades cotidianas, según su condición de haberla de realizar por temor a ser víctima de un delito. De ahí que la cifra sigue a la alza, ya que, en comparación con el año pasado, en los tres primeros meses se registraron menos de 3 mil casos.
De acuerdo con esta última encuesta realizada en 2012, la percepción de la seguridad en Puebla indica que de, al menos 3 millones 869 mil habitantes del estado, 63.3 por ciento considera insegura la entidad, mientras que 32.1 por ciento lo considera seguro. Por esta situación, la encuesta establece que 59.6 por ciento dejó de usar joyas, 48.4 por ciento dejó de permitir que sus hijos menores salieran a las calles y 41.6 por ciento prohibió a sus hijos salir de noche.
Además, 40.4 por ciento de los ciudadanos dejó de llevar dinero en efectivo; 38.1 por ciento dejó de usar tarjeta de crédito o débito y 27.8 por ciento dejó de tomar transporte público como un taxi. También, 24.8 por ciento dejó de visitar a parientes o amigos; 22.8 por ciento de los poblanos dejó de salir a caminar; mientras que 20.5 por ciento dejó de salida comer a restaurantes.
Esta estadística marca que 20.5 por ciento dejó de asistir al cine o teatro; 19.2 por ciento dejó de ir al estadio Cuauhtémoc; 14.7 por ciento dejó de viajar por carretera a otros municipios; 10.4 por ciento dejó de frecuentar los centros comerciales; 8.5 por ciento dejó de usar unidades de rutas del transporte público y 2 por ciento dejó de ir a la escuela.
En sus gráficas, el INEGI señaló que en el año 2010 se registraba un promedio de 21 mil 707 víctimas de delincuencia por cada 100 mil habitantes en Puebla, y en 2011 fueron 23 mil 53 por cada 100 mil. Pese a ello, Puebla se ha mantenido debajo de la media nacional que en 2010 fue de 36 mil 387 víctimas por cada 100 mil personas, y en 2011 fueron 25 mil 665.
La percepción
De acuerdo con la encuesta de población de 18 años y más sobre incidentes delictivos, según la percepción acerca de la posibilidad de ser víctimas de algún delito, de abril a diciembre de 2013 marca una tendencia preocupante. De acuerdo con los datos, 76.9 por ciento de los poblanos se percibe como posible víctima de al menos un delito; 72.2 por ciento se siente vulnerable ante un robo o asalto en la calle o transporte público; 50.4 por ciento teme sufrir lesiones por una agresión física; 40.2 por ciento teme ser víctima de extorsión o secuestro y sólo 20.6 por ciento no siente ser posible víctima de un delito en la entidad.
De acuerdo con otro estudio realizado en marzo y abril de 2013, la percepción de las posibles causas de la inseguridad está establecida por las siguientes condiciones: 49.2 por ciento de los encuestados manifestó que la principal causa de la inseguridad está ligada al desempleo; 39.2 por ciento por la pobreza; 28.9 por ciento por corrupción; 24.3 por ciento por drogas; 22.3 por ciento por deficiencias en los policías locales y 20.7 por ciento por falta de valores. En tanto, 19.7 por cientos por delincuentes sin castigo o poco severo, 18.5 por ciento por educación de mala calidad, 18.4 por ciento culpa al alcoholismo y 18.2 por desintegración familiar.
Finalmente, esta encuesta realizada sobre cómo percibe la tendencia de la seguridad pública en su colonia de abril a diciembre de 2013, señala que 25.5 por ciento de los encuestados señala que mejorará la seguridad; 50.5 por ciento señala que seguirá igual y 21.5 por ciento que empeorará.
Hechos aislados
Para este 2014 los acontecimientos se registraron dos acontecimientos que vulneraron la seguridad en la entidad. El 24 de enero de este año se registró una balacera en el bar La Patrona de esta ciudad. El saldo fue de dos heridos en el bar ubicado en la avenida Juárez y 23 Poniente, luego de que un grupo de sujetos que no pudieron ingresar al lugar se enojó y abrió fuego contra el inmueble.
En el lugar se realizaba un baile y un grupo de sujetos quiso ingresar al lugar pero, debido al cupo, personal de seguridad les comentó que ya no podrían ingresar, por lo que se desató una discusión y al final los enfiestados se retiraron. Fue instantes después cuando un grupo de vehículos pasó frente al negocio ubicado sobre la avenida Juárez y comenzó a disparar contra la fachada del lugar, dañando la estructura y los vehículos estacionados en la zona, siendo en los hechos que dos personas quedaron heridas.
También, la madrugada del miércoles 12 de febrero, en un operativo realizado por La Marina en el fraccionamiento La Vista Country Club, se capturó al exoperador del Cártel de Sinaloa y brazo derecho de “El Chapo” Guzmán, así como del cártel de Los Beltrán Leyva, cuando estos eran aliados, Daniel Fernández Domínguez, alias “El Pelacas”, y está vinculado con el secuestro, en 2010, de Diego Fernández de Cevallos, el viernes 14 de mayo.
“El Pelacas” operó para el grupo de los hermanos Beltrán Leyva, cuando eran aliados del cártel del Pacífico, de Joaquín “El Chapo” Guzmán, e incluso formó su propio grupo criminal denominado La Oficina, con operaciones en Aguascalientes, Estado de México, Morelos y Querétaro.