René Sánchez Galindo, integrantes de la asociación civil Colectivas, en rueda de prensa desde la ciudad de México, criticó lo que denominó una política sistemática que viola los derechos humanos.

René Sánchez Galindo señaló que se busca limitar y disuadir la libertad de expresión y de asociación a través de acciones intimidatorias en contra de activistas sociales.

El abogado recordó que luego de un año se ha intensificado en Puebla el hostigamiento y las medidas en contra de los luchadores sociales.

Sánchez Galindo planteó que desde el pasado 3 de mayo el gobierno de Rafael Moreno Valle intimida a jóvenes poblanos cibernautas.

El integrante de Colectivas recordó que los jóvenes Néstor López Espinoza, Eduardo Salazar Velázquez e Iván Guisasola continúan sujetos a proceso judicial por el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas desde mayo del 2013.

A los jóvenes activistas de redes sociales no se les ha podido comprobar ningún ilícito.

Los jóvenes fueron acusados de intentar sabotear el desfile del 5 de mayo el año pasado. 

Además, las medidas de intimidación se han intensificado. Sánchez Galindo con la detención de tres activistas ambientales (Enedina Rosas, Juan Carlos Flores y Abraham Cordero Calderón) que este día cumplieron un mes encarcelados.

Sánchez Galindo refirió que en el último año el gobierno estatal ha detenido a los tres jóvenes activistas de redes sociales y a tres ambientalistas.

El abogado señaló que la administración morenovallista ha fabricado delitos, y sigue un modelo, les niega información a la defensa, y se encarga de archivar órdenes de aprehensión para su uso político en contra de activistas. 

Sánchez Galindo considera que la actuación de la administración estatal obedece a una política sistemática de violación de los derechos humanos que se ocupa en contra de los activistas críticos.

Tres jóvenes poblanos, Néstor López Espinoza (estudiante universitario, participante en #YoSoy132 y posteriormente miembro de morena), Eduardo Salazar Velázquez (trabajaba en un negocio familiar) e Iván Guisasola Vázquez (oriundo de Oaxaca que trabajaba en Puebla para sobrevivir), fueron detenidos por publicar en Facebook que asistirían a movilización pacífica con motivo de la presencia de Enrique Peña Nieto en el desfile del 5 de mayo de 2013 en la capital poblana.

Después de haber sido secuestrados por 28 horas y haber sido formalmente detenidos por tres días más, han padecido durante un año los procedimientos judiciales.

Firmar semanalmente, negativas para proporcionarles las supuestas constancias que motivaron el arresto, e imposibilidad para localizar a los policías ministeriales que los acusan, son algunas de las vicisitudes que enfrentan.

Por ello es que los jóvenes exigen retiro de cargos y la devolución de las pertenencias que les quitaron durante su arresto y todavía no les devuelven.

Néstor López Espinoza recordó las frases que sus captores le propinaron: “Tú ya estás muerto”, “¿Creías que por criticar al jefecito no te iba a pasar nada? Estás bien pendejo”, “A ti ya te cargó la chingada, ya no amaneces mañana”, “A nosotros nos mandaron a matarte”, “Te voy a violar pinche maricón de mierda, gente como tú no debe de existir”, “Al gobierno no se le critica, se le respeta, te vas a morir”, “Tú y toda la bola de pendejos ya valieron madre, ni tu familia reconocerá tu cadáver”, expuso.

Primero se les investigó por conspiración y motín, después se les acusó por delitos que no son graves: resistencia a particulares, cohecho y portación de instrumento prohibido.

Los jóvenes fueron acusados de dar click en la opción “asistir” a una invitación de Facebook para un evento que convocaba a una manifestación pacífica para el día 5 de mayo en Puebla, llamada “#Op5deMayo”.

“Estos fueron motivos suficientes para que el día viernes 3 de mayo de 2013, por ahí de las 9:00 am, me secuestraran tres sujetos vestidos de civil quienes nunca se identificaron. Me subieron a una camioneta particular a punta de golpes y forcejeo, me encapucharon y me torturaron física y psicológicamente”, denunció el joven integrante de Morena.

“Me obligaron a firmar y ponerle mi huella digital a hojas que no me dejaron leer. Fue hasta el día siguiente en la noche que supe que me encontraba en la PGJ Metropolitana Sur de Puebla, y que las personas que me habían secuestrado y torturado eran policías ministeriales y personal de esa instancia”, acusó el también activista.