Un buen gobernante debe sacar adelante un proyecto sin agredir a la ciudadanía, afirmó el rector de la Universidad Madero, Job César Romero Reyes.

Ante la expropiación de predios en la zona de Cholula, para construir el Parque de las Siete Culturas, el rector recomendó que se aplique la mesura dentro del proyecto económico que plantean las autoridades gubernamentales del estado.

Añadió que la expropiación de terrenos fue considerada una agresión por parte de los pobladores y “agredir a la ciudadanía es grave, desde luego que es grave”. Agregó que el gobierno no debe partir de la idea que “no importa lo que pase” y, todavía peor, si el resultado de ese proyecto económico polariza la riqueza.

Explicó que pocos van a tener mucho, sobre todo los que coloquen en la zona su buen restaurante, “muy lujoso, de mucha imagen”, en contraste con los cientos de personas que serán desplazadas sin recursos. “Se sigue polarizando el tema de pobres y ricos”.

Para el rector de la UMAD, el conflicto en Cholula es la falta de deseo de armonizar.

“Se dice que tienen un proyecto y lo empujan con la ley en la mano, pero desafortunadamente ese tema de la ley en la mano no contempla los efectos sociales y mucho menos la percepción de agresión, porque la ciudadanía se siente agredida, ese es el problema, que incluso si se llega a resolver, cómo quitarán la imagen o la percepción de que la autoridad tiene todo el poder”, enfatizó.

El rector de la UMAD consideró que aunque los pobladores se encuentren en terrenos irregulares se les podría ofrecer una recompensa para resarcir en una forma decente y digna el retiro de su patrimonio y sus casas.

“Ese para mí sería el resultado más adecuado, no simplemente decir que se les expropie y que no va a haber recurso”.

Agregó que cuando una sociedad entra en el tema de la modernidad y del cambio habrá costos: “La salida es que haya diálogo y acercamiento permanente para evitar caer en la agresión de las personas a costa del desarrollo”.

Romero Reyes afirmó que una parte importante del conflicto presentado en San Andrés y San Pedro Cholula es producto del desorden, porque aunque hay gente que está ahí y que ya tiene un derecho de muchos años, algunas propiedades son irregulares.

Recordó que hace como unos 10 años la UMAD quiso comprar un terreno por allá e hicieron todo los trámites. Al revisar el uso de suelo encontraron una restricción que decía que si encontraban restos de piezas arqueológicas entonces se tenía que ceder la propiedad al Estado y como se sabe que toda esa zona está llena de vestigios arqueológicos decidieron no arriesgar la inversión.

Reiteró que cualquiera de las propiedades que están alrededor de las pirámides, como a 3 kilómetros a la redonda, tienen un pasado arqueológico importante, pero es el desorden lo que impera y lo que se está viendo ahora es el resultado de ese desorden.