Los priistas de Puebla no se acostumbran a vivir en la oposición. No se sienten a gusto. Así lo han mostrado los últimos cuatro años. Acostumbrados a la cultura de la línea poco ejercen su criterio. Y no ha faltado entre diputados, dirigentes y militantes de este partido quienes han encontrado en el gobernador emanado de una coalición multipartidista, Rafael Moreno Valle, a su “jefe político”.
Aunque el PRI es en Puebla un partido de oposición, en los cuatro años, salvo destellos de algunos diputados y dirigentes, se ha comportado como un partido “satélite” en los hechos aprobando todas las iniciativas del poder ejecutivo, aún aquellas impopulares o lesivas para el interés social.
Desfondado, el expartidazo ha carecido de una agenda social propia. No ha sido un contrapeso del poder legislativo y ha sido rebasado por liderazgos emergentes de oposición que han encabezado las demandas sociales.
Este domingo, la dupla conformada por Isabel Allende y Víctor Gabriel Chedraui tomará protesta como la dirigencia estatal para el período 2014-2018.
En el municipio de Puebla llegan a la dirigencia municipal el diputado José Chedraui Budib y Mónica Barrientos.
Por la dirigencia del PRI estatal –en su etapa opositora– pasaron Juan Carlos Lastiri, Fernando Morales y Pablo Fernández del Campo.
En el municipio de Puebla, el tricolor fue dirigido por Claudia Hernández Medina –quien solicitó licencia temporal–, Germán Hickman, nuevamente, Claudia Hernández y Ambrosio Corona.
Un desfile de delegados tratando de conservar a flote al priismo:
Armando Ballinas Mayés, quien llegó en el 2010. Luego, Ranulfo Márquez. El delegado de las bravatas verbales, quien no le tuvo miedo al gobernador panista, Fernando Moreno Peña, quien cargó con la derrota priista del 2013. Ahora, la senadora Angélica Araujo, quien despacha desde el Senado, cercana a Ivonne Ortega, secretaria del PRI nacional.
2012 el relevo opositor
El 26 de noviembre del 2012, el exdiputado local, Pablo Fernández del Campo, anunció desde su cuenta de twitter su arribo a la dirigencia estatal priista.
“Vamos a generar la unidad, y sobre todo con los resultados que entregará Enrique Peña Nieto en la presidencia de la república, confío en que daremos resultados positivos al frente del partido”, resaltó Fernández del Campo a su llegada al PRI a la víspera de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto.
La elección que enfrentó Fernández del Campo fue la elección local del 2013.
El PRI postuló como candidato a la alcaldía a Enrique Agüera Ibáñez, exrector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP).
El candidato morenovallista Tony Gali Fayad ganó la elección a la alcaldía con 267 mil 887 votos, mientras Enrique Agüera Ibáñez obtuvo 208 mil 998 en aquella fecha de pesadilla.
Fernández llegó al PRI como dirigente delegado una vez que Fernando Morales Martínez dejó el cargo.
En una misiva, el hijo de Melquíades Morales Flores, exgobernador de Puebla, señaló: “Hago de su conocimiento que he recibido la invitación para colaborar en el gobierno federal que encabezará el próximo presidente de México, Enrique Peña Nieto, por ello pongo a su consideración mi renuncia al cargo que me fue encomendado para enfrentar el proceso electoral federal...”
La dirigencia de Fernández del Campo se caracterizó por un discurso opositor. Mientras las anteriores dirigencias apapacharon al gobierno estatal Fernández endureció el discurso. Pero en los resultados electorales el PRI quedó barrido, un priismo que no supo competir desde la oposición, acostumbrado a ganar con la inercia del partido de Estado. Aunque el tricolor volvió a perder la mayoría en el Congreso y los principales municipios la dirigencia de Fernández exhibió los yerros del gobierno estatal, principalmente en temas como combate a la pobreza.
2012. La dirigencia que no hizo ganar a Peña Nieto en Puebla
El 14 de febrero del 2012 arribó a la dirigencia del tricolor, Fernando Morales Martínez.
Diputado federal Fernando Morales Martínez tomó las riendas del PRI, en una breve ceremonia celebrada en el PRI de la diagonal Defensores de la República, ya con la fórmula al senado amarrada.
Su primer compromiso al frente del PRI en Puebla fue ganar las elecciones a senadores, a diputados federales y a la Presidencia de la República.
Jesús Aguilar Padilla, delegado regional del CEN del PRI, le tomó protesta al nuevo dirigente del PRI, Fernando Morales Martínez. Lo acompañó el delegado estatal del tricolor Ranulfo Márquez.
El anterior dirigente del tricolor, Juan Carlos Lastiri Quirós, solicitó licencia a la dirigencia estatal del PRI para ir en fórmula a la senaduría con la expresidenta de Puebla, Blanca Alcalá Ruiz.
En un breve mensaje, el nuevo líder estatal del PRI, Fernando Morales Martínez, llamó a la unidad del priismo, reconoció la dificultad de la elección federal y señaló que su dirigencia escuchará a todas las voces.
Morales Martínez dirigió el PRI durante la elección federal 2012.
La elección presidencial fue desastre para el PRI. Como en el 2006 los poblanos no hicieron ganar al candidato del PRI a la presidencia de la República.
En los comicios presidenciales el expartidazo poblano quedó atrás de la izquierda que postuló a Andrés Manuel López Obrador.
En la elección de senadores y diputados, el voto fue diferenciado. Los priistas poblanos no hicieron ganar a Enrique Peña Nieto.
La elección de senadores y diputados fue diferente.
El tricolor ganó la fórmula senatorial. Y los candidatos a diputados postulados por el PRI ganaron 12 de los 16 escaños para llegar a San Lázaro.
2010, Lastiri el dirigente de la alternancia
El 5 de noviembre del 2010, llegó a la dirigencia del PRI, Juan Carlos Lastiri Quirós haciendo dupla con Lucero Saldaña Pérez.
“Aprovecho para convocar a la unidad y la reconciliación entre los priistas, porque cuando el PRI va dividido a una contienda electoral en las urnas se nos cobra, cuando va unido y fortalecido, amalgamado, en las urnas el ciudadano nos da la confianza”, dijo el todavía diputado federal del tricolor.
Luego del estira y afloja entre los grupos priistas, el excandidato a la gubernatura, Javier López Zavala intentó ser el dirigente priista, sin éxito, Lastiri Quirós resultó electo, a pesar del tira tira de los grupos del tricolor.
Desde la dirigencia priista, Lastiri Quirós tendió lazos con todos los grupos y se enfiló para ser candidato al Senado de la república.
Lastiri dejó la dirigencia para inscribirse como candidato al Senado.
Pero la cuota de género obligó al PRI a postular en su lugar a Lucero Saldaña Pérez.
Lastiri se disciplinó. Al término de la campaña presidencial, el gobierno entrante de Enrique Peña Nieto lo premió con el cargo de subsecretario de desarrollo social, el cargo más alto para un político poblano priista en el actual sexenio.