La efervescencia política se desbordó. Por separado estudiantes y organizaciones sociales, conmemoraron la represión gubernamental del 2 octubre de 1968.
Por la mañana, tanto en el zócalo de la ciudad como en el parque alusivo a 1968, en Xonaca, de manera separada, regidores y brigadistas recordaron la represión.
“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, se leía en una manta.
La marcha se detuvo frente al palacio municipal, donde los estudiantes gritaron consignas en contra del gobernador Rafael Moreno Valle.
Frente al Carolino, sobre la avenida reforma, los estudiantes se detuvieron para exigir mejoras a la educación superior, frenar la privatización del sistema educativo universitario, también rechazaron la privatización del Parque Ecológico, exigieron el cese a la represión de y resolución ante el caso de normalistas fallecidos y desaparecidos en Iguala.
Poco a poco, los oradores fijaron sus posturas en torno a la represión en Puebla, a las leyes exprés aprobadas por el Congreso local, críticas por la remodelación a espacios como el aviario del Parque Ecológico, posicionamientos de solidaridad con los estudiantes del Instituto Politécnico y denuncias por la represión de estudiantes normalistas en el estado de Guerrero.
Las banderas rojas del movimiento comunista mexicano se ondearon en la marcha, igual que los militantes del partido Morena, que participará en las elecciones del próximo año con candidatos propios.
Entre los participantes, además de los grupos de militantes del abanico izquierdista, acudieron estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) y se encontraban estudiantes del Instituto Tecnológico de Puebla (ITP).
“Me costó un huevo para entrar al ITP pero me sobra otro para defenderlo”, mostraba con algarabía su cartulina un manifestante.
Alumnos de la Universidad Tecnológica de Puebla y del Instituto Tecnológico de Puebla marcharon solidarizándose con los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional.
En la marcha participaron ciudadanos opositores a la remodelación del Parque Ecológico. Otra de las demandas durante la marcha fue que cese el represión en contra de normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
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Los estudiantes se detuvieron frente al Charlie Hall de la capital, donde clamaron consignas contra el gobierno federal de Enrique Peña Nieto y el gobierno estatal de Rafael Moreno Valle; además, entonaron el himno nacional.
A 46 años del 2 de octubre los estudiantes difundieron un pronunciamiento que define la represión de la siguiente manera: “La represión es un signo de personas o grupos de poder que se han hecho del gobierno a base de mentiras o fraudes. La represión contra la población civil y contra la disidencia política es el mejor indicador de que un gobierno no está dispuesto a dialogar, incluir y buscar el beneficio colectivo”.
En 1968, Gustavo Díaz Ordaz, presidente de México, preparaba al país para los juegos olímpicos, su política interna estaba enfocada en combatir la denominada “amenaza comunista”, y poco le importaba mejorar la calidad de vida de la población. Tras 46 años, otro poblano, Rafael Moreno Valle, pretende seguir sus caminos agregando a la miseria que ha dejado más de 30 años de neoliberalismo un estado terrorista y totalitario, señalaron los universitarios.
“Para Rafael Moreno Valle (educado en Estados Unidos y seguramente apoyado por sus fuerzas políticas para consolidar su carrera a la presidencia) a México le estorba el estado asistencial, los derechos laborales, la juventud, pero sobre todo los derechos humanos, sociales y políticos, quienes los defiendan y quienes intenten luchar por un mundo más justo.
”Desde su llegada al poder estatal comenzó desapareciendo la Secretaría de Cultura y transfiriendo todos esos fondos a obras. Siguieron con la retención de la nómina a cientos de burócratas y personal de confianza, cuando el salario llegó de paso se los disminuyeron respecto al sexenio anterior”.