Despedir a los policías estatales y a los ministeriales se traduce en un tremendo error político y en la mayor insensibilidad del gobernador Rafael Moreno Valle, afirmó el regidor Iván Galindo Castillejos.

No obstante, reiteró que 46 años después de la matanza de Tlatelolco, ahora los policías son los que marchan este día, en contra de las autoridades de gobierno.

Pero más allá de esas paradojas históricas, la manifestación policiaca, dijo, refleja el grado de descomposición que existe en el Estado de Puebla, lo que resulta lamentable y sobre todo, refleja graves signos de ingobernabilidad en el territorio poblano.

La decisión del mandatario poblano, dijo el regidor, resulta contraproducente, pero además, está acompañada de irregularidades, porque no es posible dejar sin empleo a 400 policías y afectar al mismo número de familias, pero además, representa un riesgo latente, porque son profesionales de las armas, pero además conocen el funcionamiento de la policía, por lo que se convierten en potenciales delincuentes.

Recordó que existen estudios en países más desarrollados, que revelan que en naciones con las características como las de México, los policías despedidos son proclives a formar parte de la delincuencia, porque no los contratan, saben manejar armas y conocen la forma en que se mueve la policía, porque estuvieron ahí.

Desde esa perspectiva, dijo, fue un error político y una insensibilidad despedir a tantos integrantes de los cuerpos policiacos, porque tampoco les dieron a conocer su baja de manera previa y lo peor es que el argumento fue que no pasaron las pruebas de confianza, entonces el primero que no pasó el examen es Facundo Rosas Rosas y sigue en el cargo.

Altos grados de descomposición en el estado
Galindo Castillejos percibe altos grados de descomposición en el estado de Puebla, lo que lleva a la entidad a graves signos de ingobernabilidad, por eso insistió en la desaparición de poderes y que el Senado de la República nombre a un gobernador provisional, porque es la forma efectiva de restituir las instituciones.

Por eso, lanzó un llamado de alerta al Gobierno Federal, para que tome cartas en el asunto, porque si bien el estado de Puebla es libre y soberano, es responsabilidad del poder central coadyuvar en sostener el orden, la paz, la tranquilidad y la gobernabilidad.

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Desde el 9 de julio, cuando se presentó la represión contra los habitantes de Chalchihuapan, dijo el coordinador de la bancada PRI-Verde en el Cabildo municipal, los poblanos le perdieron el miedo a Moreno Valle, pero además ya abrieron los ojos.

“Rafael Moreno Valle invitó en su campaña a abrir los ojos y ya los abrimos para ver las ocurrencias e insensibilidad de un gobierno dictatorial y autoritario, al que ya le perdimos la confianza”, el gobernador ya no tiene las características de autoridad, sino de autoritario.

La gran reflexión que dejan las medidas morenovallista, afirmó el regidor del PRI, es que la sociedad poblana ya le perdió el miedo al autoritarismo y hoy en día cada vez son más poblanos los que alzan la voz para pedirle a Rafael Moreno Valle, que se conduzca con actitudes democráticas y deje de lado la insensibilidad y el autoritarismo que muestra en sus últimas decisiones.