El Congreso local clausuró el segundo y el tercer período ordinario de sesiones sin abrogar la polémica “ley Bala”, que ha colocado a los legisladores locales en los ojos de la crítica nacional e internacional.

Sin que se encuentre siquiera ya en el imaginario de los legisladores, la polémica legislación sigue vigente a pesar de que los diputados prometieron modificarla y que el Ejecutivo envió una iniciativa para abrogarla.

Los diputados de la actual Legislatura se hicieron “ojo de hormiga” ante la “ley Bala”, que, lejos de regular la utilización de las armas en manifestaciones y preservar los derechos de los manifestantes” los configura como grupos potencialmente peligrosos.

Ni al final del segundo período ni al final del tercer período los diputados abrogaron la ley. Es más, en el último día de sesiones del tercer período, el pasado 15 de diciembre, los diputados presumieron la aprobación de la “ley Bala”.

En republicana ceremonia de lisonjas mutuas, el pasado 15 de diciembre, el todavía presidente del Congreso, Víctor Giorgana, presumió la “ley Bala”, ejemplo de legislación fast track, como uno de los logros de la actual Legislatura, y el gobernador presume que les dio a los diputados El Mesón del Cristo

La lisonja institucional fue la materia prima del Congreso.

El edificio legislativo, la casa donde se cumplen los deseos del Ejecutivo, que en lenguaje poético, el diputado Víctor Giorgana llamó la “casa de la pluralidad y del consenso”, sirvió de escenografía para aplaudir la cultura del fast track.

Los diputados se alinearon para aplaudir al gobernador.

El principal funcionario del Rjecutivo no soltó el micrófono hasta que terminó de recetarles a los congresistas su apología de la luna de miel entre casa Puebla y el Congreso.

El gobernador les recordó a los diputados que gracias a él tienen oficinas más amplias y hasta un nuevo edificio para sesionar: el Mesón del Cristo.

El sueño republicano —en su versión poblana— hechizó a diputados y funcionarios del gabinete.

Nadie habló de los temas incómodos para el gobernador. Nadie habló de los temas incómodos para el Congreso. Pero eso sí, se escuchó el himno a Puebla.

Los diputados recibieron, al inicio de su tercer período de sesiones, a estudiantes del Instituto Americano. Los niños se mezclaron en las curules de los diputados.

Los diputados aprovecharon el momento para saludar a los estudiantes del Americano y tomarse fotografías con ellos.

Los alumnos recorrieron las instalaciones del edificio legislativo para conocer el lugar donde los diputados y el personal administrativo desempeñan sus labores diarias.

Los diputados estuvieron muy “fotogénicos”.

Se tomaron su fotografía de inicio de sesión. Y los coordinadores de los grupos parlamentarios presumieron también la entrega de la Agenda Legislativa 2014-2018.

En la sesión inicial del tercer período ordinario de sesiones, los diputados presentaron la agenda legislativa 2014-2018. El documento que reúne las propuestas de los legisladores se presentó en el pleno.

Sin embargo, a pesar de la tardanza y de la realización de foros, el documento solamente es un catálogo de buenas intenciones, muy generales, sobre lo que podrían hacer los diputados.

El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la LIX Legislatura, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, dijo que la “inclusión es el signo distintivo de la agenda legislativa 2014-2018, que privilegia los consensos, el diálogo, la tolerancia, el respeto y la construcción de acuerdos”.

Al presentar el documento aprobado por los nueve coordinadores y representante de los grupos legislativos que conforman el Congreso del estado de Puebla, expresó que en todo este trabajo se consultó y se escuchó a la sociedad, y se compartió con los poderes Ejecutivo y Judicial para concretar una agenda colectiva.

Al final del segundo período, los diputados locales procesaron la aprobación de las cuentas públicas, entre ellas la del gobernador Rafael Moreno Valle.

Entre risitas y palmaditas entre Víctor Manuel Giorgana, coordinador de la bancada del PRI, Eukid Castañón, coordinador de facto de los diputados morenovallistas, y el diputado Jorge Aguilar Chedraui, coordinador de los diputados del PAN, transcurrió la última sesión del segundo período.

La sesión programada para que sesionaran las comisiones unidas de Derechos humanos y Gobernación se suspendió sin explicación alguna.
En dicha sesión se abría la posibilidad para discutir la abrogación de la “ley Bala”.

El 21 de julio, el Poder Ejecutivo envió una iniciativa para abrogar la “ley Bala”.

En el violento desalojo del 9 de julio, el niño Jorge Alberto Tehuatle Tamayo resultó herido y, posteriormente, producto de estas heridas murió.

Analistas, activistas de derechos humanos y periodistas señalaron que el violento desalojo se dio en condiciones creadas por la “ley Bala”. La ley justificó la violencia, fue la crítica social a la ley, mientras los diputados se esforzaban por defender su iniciativa y su trabajo para aprobar la iniciativa.

Pero ni mesas de análisis, ni foros, ni consultas con especialistas, ni remedos, ni abrogación para la “ley Bala” que el Congreso local aprobó el pasado 19 de mayo.

En la última sesión ordinaria, los diputados sacaron de sus preocupaciones el tema de San Bernardino Chalchihuapan.

El comportamiento pasivo de los legisladores locales contrastó con los señalamientos que se han realizado en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión y en la Cámara de Diputados en torno al operativo policiaco de San Bernardino Chalchihuapan, realizado el pasado 9 de julio.