El gobierno del estado, a través de la Secretaría del Transporte, hostiga a los permisionarios del transporte que circulan por la 11 Sur, para que se retiren de brindar el servicio, ante la inminente entrada del metrobús.

Este lunes, la dependencia estatal retiró del servicio a 17 de 22 unidades de la ruta 15, de la tercera y cuarta sección de San Ramón Castillotla, lo que generó un fuerte problema de traslado para muchas personas que iban hacia sus trabajos y a realizar sus compras.

Por eso, los operadores del servicio de transporte tienen claro que la finalidad de la autoridad poblana es desaparecerlos, para ceder esos espacios a los camiones de la Red Urbana de Transporte Articulado.

Los choferes aseguraron que “sí, con esa finalidad lo están haciendo, pero justifican la medida al decir que quitan las unidades viejas que considera conveniente, pero que todavía son útiles”.

Lo que buscan los concesionarios de la ruta 15 es llegar a un acuerdo con el gobierno poblano, para encontrar soluciones, porque ahora mismo el servicio está tranquilo, porque es periodo vacacional, pero a partir del miércoles 7 de enero, que es el regreso a clases, el traslado puede convertirse en una locura.

El acoso gubernamental
Algunos choferes de la ruta 15, que prefirieron omitir su nombre por temor a represalias de parte de la autoridad poblana, dijeron que el gobierno les encerró unos carros que eran modelo 2004.

El argumento que les ofreció la Secretaría del Transporte es que ya no pueden circular porque tienen unidades del año 2004, dijeron que la totalidad de los carros de ese año todavía lograron el reemplacamiento, por lo que deben seguir trabajando.

Durante todo este lunes, solamente mantuvieron en circulación cinco unidades, de las 22 que tiene esa ruta, por eso muchos usuarios se quedaron varados en las calles, porque saben que las distancias que recorren son largas y no están en condiciones de pagar dos o más traslados.

Las unidades que brindan el servicio son modelo 2005 para arriba, pero la mayoría se encuentran en el año 2004, por eso los propietarios decidieron retirar las unidades y evitar que sean detenidas por la Secretaría del Transporte.

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De los camiones parados por no ser modelos adecuados, dijeron los concesionarios, son alrededor de 10, pero otros siete están encerrados para evitar que sean retenidos, por lo que solamente circulan cinco unidades.

Las pérdidas que les genera la medida gubernamental, dijeron, son bastantes, no solamente para los transportistas, también para los usuarios y para quienes desempeñan otras actividades.

“Y es que todos sobrevivimos de esto, es una cadenita, resulta afectado desde el que viene a vender café hasta los que trabajan en el transporte”.

Además, afirmaron que los usuarios dicen que de ellos comen, “pero lo cierto es que todos comemos de todos, porque es una cadenita, desde el talachero hasta los que venden en los alrededores, por eso las pérdidas son grandes, porque ahora mismo salen totalmente en ceros”.

Por ejemplo, revelaron que en la terminal de la ruta 15, el señor que lava los carros, en lugar de lavar 10 carros, nada más lava uno y se va; con el checador pasa lo mismo, se atiene a la propina que le dejan los choferes y, de 150 pesos, se lleva hasta 40 pesos. “Es mucho lo que se pierde”.

Lo que se percibe, dijeron los operadores del transporte, es que muchos usuarios se van caminando porque el servicio que reciben de otras rutas es muy malo. “El problema es que lo que se ofrecía normalmente cada 15 minutos por unidad ahora se hace cada 45 minutos, y la vuelta es de dos horas”. Entonces, la demanda se torna caótica y el servicio lento.

Que el gobierno recapacite
Pese a estas anomalías, los operadores de la ruta 15 de la tercera y cuarta sección de San Ramón Castillotla descartaron totalmente realizar paro de actividades o cierre de vialidades por el retiro de las unidades.

Pero tienen la esperanza que el gobierno recapacite y vea la cuestión a favor del usuario, que circula mucho, aunque hasta el momento todavía no reciben respuesta. “Esperamos que se resuelva para el miércoles, día en que los estudiantes regresan a clases”.

El problema es latente, porque con las unidades que tienen en servicio los usuarios tardan más tiempo en realizar sus traslados. “No podemos hacer nada, porque nos encerraron las unidades, aunque hay algunos que pararon porque ya no eran el modelo adecuado, pero la autoridad les reemplacó, y aun así los retiraron”.

Con el acercamiento que tienen con la Secretaría del Transporte, esperan que de inmediato encuentren solución, pero aclararon que están dispuestos a llegar a un acuerdo, pero de ninguna manera tomar medidas que afecten la movilidad urbana en la zona metropolitana de la ciudad de Puebla.

Si es necesario, dijo uno de los concesionarios, esperan que el gobierno les diga que quiere unidades más recientes. “De ser así, lo haremos, pero le pedimos una prórroga”. Aunque saben que cada 10 años deben cambiar los camiones para tener unidades nuevas.