A nueve días que el gobernador Rafael Moreno Valle rinda su cuarto informe de actividades, el investigador Paulino Arellanes Jiménez aseguró que en el rubro de la justicia se presentan las condiciones más graves en la historia del estado.

Reveló que muchos luchadores sociales, sobre todo de los pueblos, han sido encarcelados por el gobierno poblano, y se les montan cargos que no son la realidad. “Hay cargos que se les inventan”.

Lo que encuentra a cuatro años de gobierno en el estado de Puebla, dijo Arellanes Jiménez, es mucha violación de los derechos humanos, pero además también hay mucha corrupción. “Ahí tiene un déficit bastante alto, que seguramente la población tomará en cuenta”.

Uno de los grandes problemas del gobernador del estado de Puebla, dijo el investigador universitario, es que no entiende el tema de los contrapesos, que deben existir en toda administración pública democrática.

Desde su perspectiva, en el sistema político mexicano debe existir la relación y la separación de poderes, algo que en el estado de Puebla no se percibe, porque Rafael Moreno Valle mete las manos en los poderes Legislativo y Judicial.

El problema, dijo el catedrático de la Facultad de Derecho, es que muchos jueces, con tal de mantener el puesto o conseguirlo, se ponen de alfombra y se ajustan a los dictados del gobernador, y no tienen la autonomía suficiente para su trabajo.

Moreno Valle, apuntó el académico, no tiene una legitimidad ante la sociedad poblana, porque en su gobierno vapuleó a los sectores del estado que se opusieron a sus políticas de gobierno.

En la actualidad, en el servicio público estatal, aseguró Paulino Arellanes Jiménez, existen muchos déficits en todos los rubros sociales, que son los que más interesan a los poblanos, y esos aspectos tienen que ser reconocido públicamente.

Además, reveló que todo lo positivo que haga el gobernador poblano no debe ser presumido ante los gobernados, porque es su obligación, y no se le tiene que aplaudir.

Sobre todo, agregó, en este momento, en que estamos pasando por tantos problemas en todos los rubros, por eso dijo que por recato y por modestia, el gobernador tendría que meter un elemento de autocrítica y poner las bases de un sano y un buen gobierno.

Lo anterior, para que en su quinto año de gobierno se conduzca con otra forma de gobernar, “no como en estos cuatro años”, porque la población está casi abandonada.

Como gobernador, dijo el investigador, Moreno Valle tiene la obligación de dar mayor seguridad, salud, educación, mejores vialidades, niveles de vida y todos los elementos necesarios para una mejor sociedad.

Pero esas acciones, dijo, no se tienen por qué aplaudir, aunque en la presente administración todavía existen muchas lagunas relacionadas con temas que no se hicieron, “ese es el gran problema del gobierno poblano”.