El gabinete estatal ha sufrido, en los primeros cuatro de años de gobierno, modificaciones. En el ajedrez estatal hay o “todólogos” o comodines. Un día se puede aparecer como dirigente de un partido político, al otro día, se vuelve especialista en temas de administración y luego se especializa en obra pública de la noche a la mañana.
O lo mismo se puede dirigir una campaña política, ganar una elección a diputado y renunciar para retornar al gabinete.
Pero a los funcionarios impopulares o poco carismáticos también hay recetas para llegar al Congreso: la vía plurinominal o las suplencias al estilo “juanitos”, tropicalizada en Puebla.
No queda ningún panista de viejo cuño en el gabinete de Moreno Valle.
Neo-perredistas, funcionarios que se incorporaron al PAN en este sexenio, integrantes del Panal quedan en el gabinete actual.
Los cambios entre sus hombres de confianza han sido el rasgo visible del morenovallismo.
De su gabinete original, presentado el 31 de enero del 2011, a la fecha sólo quedan tres secretarios en sus cargos originales: el procurador Víctor Carrancá, el titular de la Secretaría Transportes, Bernardo Huerta, y Finanzas, Roberto Moya.
Para marzo se esperan nuevos cambios, en Finanzas; además, la salida de Luis Maldonado de la Secretaría de Gobierno, y la de Mario Rincón de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial Gobierno.
En el 2010, Rafael Moreno Valle arribó a la gubernatura luego de vencer al candidato del PRI, Javier López Zavala, su hoy aliado político, articulando un frente opositor diverso.
En el grupo compacto del entonces candidato a la gubernatura y luego gobernador electo en la larga transición, Fernando Manzanilla Prieto aparecía como el hombre fuerte. Coordinador general de su campaña, coordinó la transición y llegó al nuevo gobierno como secretario de gobierno.
Pero la suerte de Fernando Manzanilla quedó echada en abril del 2013, anunció vía Twitter su renuncia con la esperanza de buscar mejores espacios en la política como candidato a diputado local por el PAN.
Y Fernando Manzanilla se fue con Ernesto Cordero Arroyo, aspirante a la dirigencia nacional del PAN. Manzanilla se sumó a Ana Teresa Aranda y Francisco Fraile, conspicuos críticos del morenovallismo, y aunque no emitió ninguna crítica en contra de Moreno Valle, marcó una distancia pública con su amigo.
En la campaña del 2010, Moreno Valle convocó a los grupos de la derecha tradicional. Se trataba de unir a los adversarios del PRI en su cruzada electoral.
La dirigencia del PAN la encabezaba Juan Carlos Mondragón Quintana, un panista doctrinario, a quien en la disputa por la dirigencia del PAN se le creó una ley a modo para impedirle su reelección al frente del partido derechista que adoptó una postura cómoda con el gobernador, al estilo de los gobiernos priistas.
El 31 de enero del 2011, Rafael Moreno Valle presentó su gabinete.
En el gabinete los títulos de doctorado en universidades extranjeras relucían. Y en su primer gabinete, Moreno Valle sumó a priistas como Juan Pablo Piña y Ardelio Vargas Fosado, a la panista del grupo calderonista, Miriam Arabian Couttolenc, a empresarios como Amy Camacho y a exdirigente nacionales de Convergencia, como Luis Maldonado Venegas. Y en su afán de pluralidad incluyó al panista Pablo Rodríguez.
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La Secretaría de Desarrollo Social ha sufrido diversos cambios.
La salida precipitada de Miriam Arabian Couttolenc, en medio de cuestionamientos postelectorales. La llegada de Néstor Gordillo, quien abandonó el cargo para irse a campaña por una diputación federal.
En el relevo, el gobernador nombró a un encargado de despacho, Germán Jiménez García, que despachó menos de un mes para fundar el partido Compromiso por Puebla.
Luego Sergio Penagos, Salvador Escobedo, relevado para buscar la diputación local; y la llegada de Luis Banck. Se trató de relevos sucesivos frente a los indicadores negativos del Índice de Desarrollo Humano y las mediciones del Coneval en pobreza y marginación.
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La oficina de Comunicación Social también ha sufrido diversos cambios ante el deseo del grupo morenovallista de promover a Puebla y al gobernador a nivel nacional, para buscar la Presidencia de la República. A esto se ha aunado el intento gubernamental de crear una “ley mordaza” y el acotamiento de los medios de comunicación opositores ha sido como la amenaza de demandar a varios periodistas por daño moral.
En el trayecto han desfilado por Comunicación Norberto Tapia, Sergio Ramírez Robles y Marcelo García Almaguer, a quien la campaña del 2013 lo hizo dejar el cargo para apuntalar la campaña de Antonio Gali Fayad, su posterior salida rumbo al gabinete de Gali y su posterior partida hacia el PAN nacional, con la llegada de Gustavo Madero, a quien asesoró en comunicación por instrucciones de Moreno Valle.
En los recambios llegaron a comunicación el periodista Fernando Crisanto, y para llevar los lazos nacionales, el vocero Héctor Antonio Alcudia Goya.
Entre los que han mantenido una férrea línea en el gabinete estatal se encuentran Facundo Rosas, en la Secretaría de Seguridad, quien relevó a Ardelio Vargas cuando éste emigró al gabinete federal.
Rosas dirigió el operativo violento de San Bernardino Chalchihuapan, pero la tibia recomendación de la CNDH en torno al caso le permitió salvar el momento crítico.
Patricia Leal Islas dejó la Contraloría. Poco a poco se fogueó en las campañas electorales. En el 2012, como suplente del candidato a senador Javier Lozano. Luego fue candidata a diputada local por el distrito 10 de la capital, y derrotó a la candidata del PRI Claudia Hernández en el 2013.
Cabalán Macari sirvió al morenovallismo como presidente del partido magisterial Nueva Alianza, en los tiempos de la coalición opositora del 2010, cuando Elba Esther Gordillo era políticamente intocable.
Luego pasó al gabinete en el 2011, como secretario de Administración, cargo en el que las elecciones lo obligaron a irse a otra secretaría. En marzo del 2013, a la salida de Antonio Gali para buscar la alcaldía de Puebla por el PAN, saltó a la Secretaría de Infraestructura.
Maldonado Venegas pasó de la SEP a la Secretaría de Gobierno, cuando la relación entre Fernando Manzanilla Prieto y Rafael Moreno Valle se enfrió.
Manzanilla abandonó la Secretaría de Gobierno en abril del 2013, anunció que hizo por Twitter.
Obligado a buscar nuevos aires, Manzanilla intentó ser candidato a alcalde, o a diputado local, o ir en una plurinominal en el primer lugar, en la elección local del 2013 pero los escenarios se cerraron para Manzanilla Prieto, quien desertó de la política morenovallista y se pasó con los opositores panistas de Moreno Valle.
En este juego de recambios en los organismos electorales y autónomos también ha habido cambios.
Funcionarios gubernamentales que transitan a los organismos electorales. Como el caso del exconsejero Víctor Cánovas Moreno, quien renunció el año pasado al IEE, cuando se le descubrió operando para la campaña del panista Gustavo Madero a la reelección en el PAN.
Y el caso de María Gabriela Sierra Palacios, comisonada de la CAIP, quien fue la directora de Procesos y Mejora Continua de la Auditoría Superior del Estado de Puebla.