Desde temprana hora de este jueves, la zona del Auditorio Metropolitano fue sitiado por más de 200 autobuses, desde los de lujo, los de alquiler y de turismo hasta los más humildes, todos con una encomienda: acarrear a miles de personas para llenar el inmueble antes llamado Siglo XXI.
Ni siquiera se guardaron las formas, al apreciarse en cada una de las pesadas unidades los carteles de las dependencias encargadas de la movilización, hasta de programas sociales para llenar el auditorio ante el cuarto informe de gobierno.
Tal fue el caso del autobús con número 64, que portaba sin mayor tapujo un cartel que decía “Crédito a la Palabra, delegación 12”, para identificar a las beneficiarias.
Los autobuses hicieron largas filas sobre el bulevar del Niño Poblano, para poder ingresar en el primer filtro, el cual estaba protegido por elementos de la Policía Estatal, de civil y uniformados.
Asimismo, se estrenaron estrategias de seguridad se colocaron vallas antimotines, de la que se utilizan sobre todo en el Distrito Federal, forradas con un hule blanco para disimular.
Los autobuses llegaban llenos a toda su capacidad, la mayoría con personas humildes, algunos degustando tortas regaladas y frutsis para el viaje.
Los camiones pasaban la valla poco a poco, cada uno identificado o numerado con grandes carteles con el logotipo del gobierno del estado de Puebla.
La seguridad, aunque discreta, era enérgica al no dejar pasar a nadie que no trajera la respectiva acreditación, por lo que la zona del auditorio se volvió un verdadero bunker.
Mientras tanto, justo enfrente de la Estrella de Puebla, a un costado del centro comercial Angelópolis, se improvisó un helipuerto, donde se vieron al menos 12 aeronaves.
En tanto, por la zona se pudieron observar otros autobuses de turismo de donde bajaron granaderos con equipos antimotines, los que tenían guardados pero listos para cualquier contingencia.
Asimismo, en el recorrido se percibió otra célula de la Policía Estatal, de al menos 50 elementos, aguardando en plaza San José, a unos cuantos metros de la sede del evento.
En el centro de la ciudad, donde se realizó la entrega del informe de gobierno al Congreso local, también fue discreto pero enérgico el dispositivo de seguridad.
Solo se cerró la avenida de la 3 Poniente entre las avenidas 16 de Septiembre y 3 Sur, a tres calles del zócalo de Puebla.
El cierre se efectuó con pequeñas vallas, las cuales eran resguardadas igualmente por elementos de la Policía Estatal, quienes vigilaban a toda costa a todo el que iba a ingresar solicitando la acreditación.
Gracias a la remodelación del ahora llamado Auditorio Metropolitano, tuvo una asistencia de 7 mil personas, entre ellos beneficiarios de los programas estatales, además de los invitados que han asistido regularmente a sus informes anteriores, como el mismo gobernador Moreno Valle adelantó hace unos días.