Elia Tamayo, una mujer menudita que no alcanza el uno cincuenta de estatura, de caminar silencioso, de pocas palabras, no le gusta hablar mucho, pero está obligada paradójicamente a hablar y explicar una y otra vez, busca en todo momento expresarse, han pasado los meses y ella sigue exigiendo el castigo a los responsables de la muerte de su hijo, ya no son sus asesores, y abogados los que hablan por ella, Elia Tamayo es una mujer de escasos recursos, ahora ella está convencida de que las mujeres deben dejar su hogar para luchar por un México mejor, así lo expresa repetidamente, y busca que ningún niño muera por actos represivos.
De familia campesina, ha transformado su realidad rural, el de sus cuatros hijos, y el de su pueblo, partió a Paraguay el pasado 27 de febrero al foro organizado por el Movimiento de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de América Latina y el Caribe; para exigir castigo a los responsables por la muerte su hijo y expresar su sentir por lo ocurrido con su pueblo. Elia Tamayo exige que el gobernador del estado Rafael Moreno Valle, el secretario de Seguridad Pública del estado, Facundo Rosas Rosas y el secretario de General de Gobierno, Luis Maldonado Venegas, responsables del enfrentamiento en julio del 2014 respondan ante la Justicia. Tamayo día a día se ve obligada en su lucha a mantener viva la memoria de los hechos violentos, y aún recuerda la represión por parte de la policía estatal a pobladores de San Bernardino Chalchihuapan; en la que su hijo perdió la vida a su regreso de la escuela secundaria Ricardo Flores Magón; era la hora de la salida durante el enfrentamiento.
Elia ya no espera que José Luis regrese de la secundaria Flores Magón. El pequeño Tlehuatle Tamayo fue la primera víctima por una bala de goma, aunque algunos dictámenes oficiales, insistan en lo contrario. El lugar donde dormía, la butaca en la escuela el pueblo y su hogar, ya no sólo esperan a José Luis, también esperan el regreso de Elia, aunque sus vecinos sus familiares y los amigos de ella saben que el regreso a la normalidad no volverán, se han ido con la luna llena que despidió a José Luis con sus amigos, sus compañeros, sus maestros y su pueblo la madrugada en que regresó para su homenaje en las puertas de la junta auxiliar para partir al cementerio del pueblo, el 21 de julio.
El inicio de la lucha
El pasado 9 de julio, los habitantes de Chalchihuapan decidieron bloquear la autopista estatal Puebla-Atlixco, la acción fue repelida por policías estatales, en los hechos usaron balas de gomas, una de ellas alcanzó al pequeño de trece años José Luis Tlehuatle Tamayo, de acuerdo a relatos de la propia Elia Tamayo, ese momento en que su hijo cayó al suelo bañado en sangre, su vida cambió totalmente, hoy honra la memoria de su hijo en una lucha sin descanso por promover que se haga justicia en su caso, y por hacer conciencia en la sociedad sobre la importancia de la libertad de expresión.
Tamayo relata que jamás imaginó verse rodeada de periodistas, subirse a un avión, encarar al gobierno y sus emisarios, dar ruedas de prensa y volverse una activista incansable por promover los derechos humanos.
Ha sufrido la presión política para que desista en la lucha por el esclarecimiento del crimen de su hijo, y en los días que el menor José Luis Tlehuatle Tamayo estuvo internado en el Hospital General del Sur de la ciudad de Puebla, Elia Tamayo denunció que recibió nula información sobre el estado de salud de su hijo, que sufrió presiones para que el gobernador evitara un escándalo mediático, y que además el caso ha sido llevado con opacidad en algunos medios de comunicación afines al gobierno del estado. El 12 de noviembre fue invitada a salir del recinto del centro expositor en un foro organizado por los derechos de la niñez, por no ser invitada de la señora Martha Erika Alonso de Moreno Valle, esposa del gobernador, varios defensores de derechos humanos de organismos internacionales y nacionales, han retomado el caso y se han solidarizado en su búsqueda por la justicia.
El activismo social para Elia Tamayo no estaba en sus planes, aunque sí participaba activamente en las decisiones del pueblo de San Bernardino, Chalchihuapan. Todo inició con la decisión del gobierno del estado de eliminar la capacidad de las juntas auxiliares de administrar oficinas del Registro Civil, situación que no aceptaron los pobladores de la junta auxiliar perteneciente a Santa Clara Ocoyucan.
"No imaginábamos que estaríamos aquí"
En entrevista, Elia Tamayo da a conocer como ella cambió y cómo espera que la muerte de su hijo no sea en vano.
—Señora, ¿cómo imaginaba su vida antes de esto, antes de lo ocurrido y antes de su determinación de participar activamente por la libertad de expresión, cómo se imaginaba antes de dar ruedas de prensa?, ¿se imaginaba haciendo lo que hace hoy?
—No por supuesto que no imaginábamos que estaríamos aquí, no lo pensé.
—¿Cómo cambió su vida a raíz de lo acontecido?
—Cuando a mi hijo lo vi caer en ese momento mi vida cambió, todo cambió con una tristeza grande y con un rencor al señor gobernador porque todo fue por él, que fue a golpear al pueblo y que hoy no asuma la responsabilidad, es increíble.
—Va a un foro de gran importancia en Paraguay, ¿qué les va a decir, qué les va a contar? ¿Por qué es importante su participación?
—Decir de tanta represión que hay en Puebla, que no es posible que vivamos así, que no es posible que no se levante la voz, y eso no se vale porque él está hablando de la libre expresión y no la permite porque cada que a alguien se le ocurre hablar, él los quiere callar.
—¿Cómo mira la participación de la mujer en la vida pública?, especialmente de aquéllas que no se involucran.
—Les pido que nos den el apoyo pues con ellas podremos lograr tener un México mejor, porque todo lo que está pasando es por falta de libertad, como le digo si yo me callaba la boca como él quería, y me ofreció varias cosas y yo le dije mi hijo ya lo perdí pero yo no quiero que otro niño lo vuelva a pasar, no quiero que pase más.
“Ya basta de tanto muerto y no pase nada, y no debe ser así por eso yo siempre le pedí la fuerza a Dios mío, él solamente sabe que me va a llevar y por dónde me va a dirigir, y por dónde voy a ir. Es Dios quien me va a dar la fuerza espiritual el día que yo necesite, solamente es él”.