El diputado local Pablo Montiel Solana negó que sea homofóbico el rechazar el matrimonio entre personas del mismo sexo e indicó que hay que buscar una legislación que permita a las personas homosexuales dar protección a sus parejas como la seguridad social o el heredar, y argumentó que el apoyaría la Ley de Sociedades en Convivencia.

Lamentó que por no aceptar el estatus de matrimonio a una unión entre personas del mismo sexo se califique de homofóbicos a los panistas o personas que defienden la ley que solo permite que los matrimonios sean entre un hombre y una mujer.

Indicó que aún y cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación es la máxima instancia en un país, se puede señalar que los ministros están equivocados ya que están olvidando aspectos históricos y antropológicos.

Pablo Montiel Solana, defendió su posición en contra de la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo e indicó que hay que crear otra figura jurídica para legalizar la unión.

Insistió que el concepto "matrimonio" tiene antropológicamente un significado, es la unión de Hombre y Mujer, mientras la naturaleza del matrimonio civil radica en la importancia que para la sociedad tiene el proteger los valores y aportes que para ella tiene esa célula básica llamada familia.

Aclaró que la corte no está obligando a modificar las legislaciones locales solo se refiere a los jueces.

Sostuvo que la Unión entre personas del mismo sexo (con fines sexuales, afectivos, políticos, comerciales o cuales fueran) no cumple con las mismas funciones sociales por las que el derecho regula y protege al matrimonio, por lo que carece de sentido atribuirle la misma regulación jurídica.

Aseguró que rechazar la posibilidad a un homosexual de contraer matrimonio con otro, de ninguna forma es retrógrada, arcaica ni mucho menos injusta, pues también se rechaza  la posibilidad al hombre que ya está casado y quiere estarlo con 2 ó más mujeres. O a la mujer que sintiendo especial afecto por su mascota pensara que eso basta para casarse con ella.

El diputado panista manifestó que las leyes actuales en su mayoría, reconocen el derecho individual a decidir, es decir que nadie puede ser discriminado por sus preferencias ya sean políticas, religiosas, sexuales o de cualquier tipo.

Aclaró que tienen razón los homosexuales al afirmar que existen derechos respecto de los cuales son excluidos, como tendría razón cualquier individuo heterosexual, soltero o incluso una pareja o grupo de hermanos que viviendo en familia o comunidad, no acceden a ciertos derechos que solo otorga el matrimonio.

Señaló que un ejemplo es el derecho del cónyuge a la pensión laboral o a instituciones de salud públicas, pero aclaró, en estos casos sería un error pretender su acceso mediante el matrimonio, lo que está en todo caso mal regulado, es la capacidad individual de transferir tales beneficios por lo que para el caso citado por lo que debían estar luchando es por qué la ley reconozca a los individuos solteros la facultad de nombrar beneficiarios.

Asimismo dijo respecto al "derecho a adoptar"  debe aclararse que en un proceso de adopción, el primer derecho al cual la autoridad se obliga es al derecho del niño a pertenecer a una familia, en ningún caso existe el derecho de uno o más adultos a obtener un premio de consolación.

Indicó que entendiendo éste principio elemental, el debate sobre el derecho de los adultos (independientemente de su preferencia sexual) queda sin materia y es la autoridad quien bajo criterios de garantía a los derechos de los niños, deberá resolver respecto de su integración a familia alguna, por supuesto entendiendo que por razón lógica y natural, el primer derecho a que tiene un menor es a gozar de un Padre y una Madre.

Dijo  que legislar teniendo como sustento las preferencias, llevaría irremediablemente a una súper regulación de toda actividad humana y peor aún, llevaría a tener sociedades que por "progresistas, tolerantes e incluyentes" tuviesen que aceptar prácticas atentatorias de la propia tranquilidad, paz, armonía y seguridad de ellas mismas.