Por primera vez, la senadora de la República, Blanca Alcalá Ruiz, emitió un discurso crítico contra el actual gobierno, al referir que se debe emitir la alerta de género ante los constantes feminicidios en Puebla.

Sin embargo, en el discurso de la negación, el procurador General de Justicia, Víctor Carrancá Bourget, señaló que la cifra de 144 feminicidios en Puebla es un número manipulado por organismos no gubernamentales.
En contraste, en  su página de internet (www.soyblancaalcala.com) en un artículo escrito por la política priista urgió una perspectiva integral que vaya más allá de la sola persecución de delitos aislados.
Y refirió la muerte o desaparición de la joven Paulina Camargo Limón a manos de su novio, por negarse a interrumpir su embarazo.
“Es necesario asumir la decisión de adoptar la activación de la Alerta de Violencia de Género en la entidad poblana”.
Aunque indicó que Puebla no es un “foco rojo” en materia de seguridad, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a julio de 2015, se han documentado en la entidad 37 mil 928 delitos.
Todo es equivalentes al 4.33 por ciento de la incidencia delictiva a nivel nacional (en el 2014, la entidad ocupó el sexto lugar nacional en esa materia).
“Sin embargo, cuando el fenómeno es enfocado desde la perspectiva de género, el análisis adquiere otra dimensión”, indicó.
Por lo tanto, Blanca Alcalá refirió que sin pretender descuidar otros flancos, es necesario advertir que los aspectos de violencia física, sexual, emocional y económica se han acentuado en la entidad poblana en contra de sus mujeres.
“Pero, de manera especial, se debe poner atención al fenómeno de las desapariciones de jóvenes que, de enero de 2014 a junio de este año, alcanza ya una cifra de 234 víctimas documentadas en averiguaciones previas, según datos de la Procuraduría General de la República”.
Indicó que esta cifra es superior a la suma de mujeres desaparecidas entre los años de 2011 a 2013, de acuerdo con solicitudes de información atendidas por la Procuraduría de Justicia del Estado.
“Además, se ha podido comprobar que, en muchas de las desapariciones y posterior asesinato, se configura el delito de feminicidio, es decir, aquel que comete quien priva de la vida a una mujer por su condición de género”.
Recordó que delito fue tipificado en el año de 2012 por el Congreso de Puebla.
“De entonces a la fecha se sabe de su aplicación en un solo caso que, en realidad, era muy evidente.
”Seguramente se añadirá el de quien fue novio en vida de Paulina Camargo, quien se declaró culpable del asesinato. Por ello, este tema en particular requiere de una revisión profunda y de la capacitación amplia tanto a ministerios públicos como a jueces responsables de la procuración de justicia a nivel local”, añadió.

 

La negación


El procurador general de Justicia, Víctor Antonio Carrancá Bourget, sostuvo que los 144 que reportan organizaciones no gubernamentales es una cifra manipulada.
En breve entrevista, comentó que todos los que se han registrado han sido resueltos, y los responsables están detenidos.
Señaló el caso de la joven estudiante Paulina, presuntamente por su novio, José María Sosa Álvarez, donde se continúa con la búsqueda del cuerpo no solo en el relleno sanitario de Chiltepeque, sino en otros lugares para descartar hipótesis.
Indicó que la cifra de feminicidios que las organizaciones han hecho pública, está fuera de la realidad.
Incluso, dijo que es un número totalmente manipulado, sin precisar los que ha investigado la dependencia de Justicia, ni confirmar si ya se reunió con los integrantes de las ONG y familiares, quienes siguen a la espera de que se haga Justicia por cada caso denunciado. 
En el artículo, Blanca Alcalá indicó que Samuel González, fundador de la Unidad en contra de la Delincuencia Organizada, declaró en una entrevista con Javier Solórzano, que en los crímenes en contra de mujeres en Puebla han aparecido signos de tortura provocados en contextos de rituales, como en su momento aparecieron en Ciudad Juárez, Chihuahua.
“De ahí que para evitar una degradación mayor de violencia sea necesario declarar la Alerta de Violencia de Género en contra de las Mujeres en la entidad, con la finalidad de establecer una estrategia integral de prevención, vigilancia y seguridad pública en los lugares en donde sea necesario, llevar a cabo acciones para gestionar la búsqueda y localización de tantas niñas y mujeres desaparecidas y la elaboración de Protocolos de Actuación y Reacción Policial”.
Indicó, la senadora en el escrito que entre las medidas iniciales, ha de considerarse la formación de un banco de información sobre violencia de género en la entidad, para identificar y medir los actos que presumiblemente puedan calificarse de violencia de género, de cualquier naturaleza, a fin de determinar las medidas adecuadas para proteger la vida e integridad de las mujeres poblanas.
“La emisión de un protocolo para la investigación de los delitos cometidos con violencia sexual en agravio de mujeres, como ha hecho el Gobierno del Estado, es un paso importante pero, ante las evidencias criminales, es necesario ir más allá, tal como se hizo en el Estado de México al establecer la Alerta de Género en once municipios afectados por la violencia.
”Los índices de criminalidad en contra de las mujeres han lesionado a muchas familias y creado una condición de incertidumbre y miedo en muchas localidades.
”Sin duda, las familias son las primeras atentas al cuidado de sus integrantes, pero, por las proporciones que ha alcanzado la violencia, considero necesaria la declaración de la Alerta de Violencia de Género, para no dejar en una condición de indefensión a las mujeres de Puebla”, finalizó la senadora.
 

No estamos todas, faltan las muertas

Apenas el pasado 14 de septiembre, un contingente de más de 150 personas marchó del zócalo de la ciudad a las instalaciones de la PGJ para protestar en contra de la falta de acción gubernamental para frenar feminicidios en Puebla. “Ni una más, ni una más ni una asesinada más”, fue el grito de protesta.