Lucero Saldaña dio a conocer que el pasado mes de septiembre de 2015, presentó un Punto de Acuerdo con el objeto de exhortar a los titulares del ejecutivo estatal de las entidades federativas y el Distrito Federal, para garantizar la implementación de protocolos de investigación con perspectiva de género y derechos humanos en materia de feminicidios o desaparición de mujeres y niñas, misma que fue turnada a la Comisión de Seguridad Pública.

Lo anterior obedecía a la preocupación que tiene la sociedad mexicana ante la constante presencia de casos de desaparición y homicidios contra mujeres y niñas. Fenómeno, que lamentablemente parece generalizado en todo el territorio nacional y que exige la máxima atención de todas las autoridades y de la sociedad civil.

En el estado de Puebla, refiere que tan solo en estas primeras semanas del año 2016 se han registrado ya 16 casos de mujeres asesinadas, de acuerdo con lo reportado en diferentes medios de comunicación y según el seguimiento hemerográfico que ha realizado el Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos, A.C. (ODESYR). 

Lo anterior se suma a los 50 casos que la misma organización documentó en 2015. El registro muestra casos principalmente ubicados en la región centro del estado, por lo que habría que indagar sobre lo que pasa en regiones más alejadas.

Estableció que si bien, como lo han señalado las autoridades, no todos los casos pueden ser tipificados como feminicidio, lo cierto es que en Puebla como en otras entidades, la discriminación y la violencia que viven las mujeres persiste, generando ambientes misóginos y de riesgo para todas.  Cabe recordar que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia señala que la Misoginia constituyen las conductas de odio hacia la mujer que se manifiesta en actos violentos y crueles contra ella por el hecho de ser mujer. 

En el caso del estado de Puebla, se observa este tipo de violencia y de misoginia que demanda acciones específicas, porque se observa que las y los jóvenes sostienen relaciones que no se fundan en la igualdad y la libertad, por lo que se está ante la presencia de un panorama de misoginia, que tienen su máxima expresión en el homicidio y la violencia cotidiana que viven miles de mujeres de todas las edades, de todas las clases y condiciones sociales. Ello causa, con justa razón, indignación, alarma y preocupación social.

Agregó que la cultura de la igualdad y de rechazo a la violencia hacia las mujeres es responsabilidad de toda la sociedad para tener una respuesta certera de las autoridades estatales, reforzando las acciones preventivas; informando a la sociedad sobre el estatus y averiguación de cada uno de los casos presentados; generando un informe sobre la situación actual de la entidad, en lo que hace al monitoreo del comportamiento violento de los individuos y la sociedad. 

Reconoció que este informe debe ser considerado un paso previo a la posible solicitud y emisión de la alerta de género que, al menos en Puebla, están solicitando desde las y los ciudadanos hasta las organizaciones sociales, rectores de algunas universidades y líderes de opinión.

Indicó que la permanencia y gravedad de los hechos registrados en estas semanas nos obliga a revisar lo realizado y, en su caso, adoptar medidas extraordinarias. Al respecto, en los medios de comunicación se han señalado posibles  omisiones y retrasos en ejecución de estas responsabilidades en el estado de Puebla.

Finalmente reiteró que la sociedad urge respuestas certeras, integrales, coordinadas. Los hechos constantes y graves de violencia feminicida que se han presentado en Puebla, han llevado a la sociedad a expresar su rechazo adoptando en redes sociales el hashtag #‎niunapoblanamas???????????, por lo que no podemos permanecer insensibles ante este justo reclamo social.