Las 40 denuncias interpuestas por la oposición morenovallista  por delitos electorales ante la Fepade, no trascendieron, y pasarán a ser un punto meramente anecdótico como las 56 concernientes a sufragantes que votaron sin aparecer en las listas, 16 por ausencia de funcionarios y 12 por cambiar inesperadamente de lugar.

Según explicó la secretaria ejecutiva del  Instituto Electoral del Estado (IEE), Dalhel  Lara Gómez, las denuncias interpuestas ante la Fepade fueron inexistentes porque al momento de comprobar el supuesto ilícito no existía.

Así, el cierre de casillas para el IEE fue terso. Pero no para el representante de la candidata independiente, Víctor León, quien aseguró que la elección se judicializará, primero en Puebla como siempre ante los árbitros electorales, y luego ante la Sala Suprema del TEPJF para “darle un nuevo palo al IEE y echar atrás la elección”.

Víctor León  afirmó que la compra de votos del morenavallisno rayó en la desfachatez “no es posible que las autoridades del IEE y Fepade no quieran investigar las bodegas indicadas por nosotros donde se regalaron diversos objetos para hacer triunfar a la alianza de Moreno Valle”.

Entre las anomalías, detalló, destacan las ineficientes herramientas entregadas para sufragar como la tinta indeleble y los lápices.

“La tinta se despinta rápidamente y los lápices no funcionaron porque se borraba y no dejaba huella, todo eso lo denunciaremos, seguramente triunfaremos en el TEPJF”.

Una vergüenza

El representante del PRI, Silvino Espinoza Herrera,  calificó de desvergonzado e inmoral el manejo de la elección por parte del morenovallismo, que sin escrúpulos, manipuló al electorado con todo tipo de regalos y dinero.

Además, señaló que la tinta indeleble y la tinta no sirvieron a los electores democráticos, pero sí al sistema del gobernador para beneficiar a su alianza.

Silvino Espinoza destacó que el PRI judicializará el proceso ante el TEEP y en la Sala Superior porque no es posible que en esta época democrática se privilegien los malos oficios de un gobernador que pretende eternizarse en el poder.