Los expresidentes estatales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Alarcón Hernández y Alejandro Armenta Mier, cuestionaron las sanciones que la dirigencia nacional les otorgó, al primero con la expulsión y al segundo con la suspensión de sus derechos, asimismo, indicaron que se mantiene el declive del partido por las decisiones equivocadas y los nexos con el gobierno de Moreno Valle. 

José Alarcón Hernández, en entrevista aseguró que su expulsión del tricolor es consecuencia de la “podredumbre” en la que se encuentra inmerso el partido. Asimismo, aseguró que si bien podrían ganar la Presidencia de la República, probablemente no podrán terminar el sexenio por los “jalones” internos.

Quien también fuera diputado federal y local por el PRI, acusó que existe una desbandada de priistas, no sólo de liderazgos, sino de militantes, debido al descontento que existe hacia la estructura, por lo que subrayó que el PRI está en pique.

 “Los entiendo y los perdono, los entiendo que ante la descomposición en la desbandada que hay dentro del PRI, piensan que expulsando dirigentes y militantes, van a poner remedio”.

Consideró que su expartido ha sido desconsiderado con él, quien sirvió durante 40 años y que incluso trabajó sin sueldo, “con gran sacrificio y entrega total y absoluta”.

“En el PRI, están los que sienten que pueden impedir la descomposición de un partido político que no se detiene con expulsiones, se detiene con cambios y con transformaciones como lo pide la gente, la mayor parte de ella está en una situación descontento social”.

Aseguró que como dirigente estatal del PRI, no vendió candidaturas, por lo que su expartido no cuenta con causas para aplicarle alguna sanción.

El propio Alarcón adelantó que bajo ninguna circunstancia impugnará la determinación del PRI en expulsarlo y aclaró que tampoco es militante de Compromiso por Puebla, ni tampoco se inscribirá en ningún otro partido político.

“Soy un ciudadano que conoce las cosas cómo se dan, auguro cambios sociales y políticos a nivel nacional en 2018, que son muy similares a los cambios que se dieron con la revolución mexicana, entonces no impugnaré nada, ya vendrán otros dirigentes y dictaminarán que lo que emitieron hacia mi persona fue injusto y que se equivocaron”.

Armenta denuncia amasiato

Alejandro Armenta, al ofrecer una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados, anunció que permanecerá como diputado federal e impugnará la determinación de la dirección de su partido.

En su mensaje, expuso que dicha medida cautelar es parte del procedimiento en su contra por haber denunciado públicamente el amasiato entre la cúpula priísta y el exgobernador de Puebla Rafael Moreno Valle Rosas, por el saqueo y el abuso de poder.

Insistió que esta relación de complicidad tiene a Puebla sujeta a los intereses mezquinos de estos grupos, con un enfoque privatizador, que alteró la Ley a su conveniencia para quitarle a los poblanos el derecho humano al agua.

Armenta también manifestó que se trata de un amasiato corrupto, porque condenó a los poblanos a pagar por más de 50 años obras faraónicas, inútiles y sin impacto social, además señaló que ha desaparecido la autonomía de 5 municipios con el pretexto de una “Ciudad Modelo Audi” que en nada beneficia a los habitantes de la región, reiteró.

También se refirió a las acciones de represión y dijo que por estos acuerdos del PRI con el gobierno de Moreno Valle, se atentó contra la libertad de expresión al encarcelar a más de 360 personas opositoras al régimen, mientras se ha destruido a más de 14 mil familias ante el despido injustificado de trabajadores del gobierno.

En la rueda de prensa cuestionó a César Camacho, del que dijo “defiende un tratante de personas” y se ofende por alguien que ha servido al partido:

“¿Por qué tanto empeño en promover mi expulsión cuando he servido por más de 32 años al partido?

¿A caso mis declaraciones incomodan a la cúpula del PRI por sus evidentes nexos con el gobierno panista de Puebla?

No comparto al PRI que busca acordar las Candidaturas del 2018 desde Casa Puebla”.

“No podemos quedarnos callados ante el abuso brutal en el uso de recursos públicos que contrastan con las migajas presupuestales que se le dan al campo poblano, a los grupos indígenas, a los Ayuntamientos y a las más de 12 mil localidades que fueron abandonadas, por un apetito cínico, voraz, abusivo y violador de los derechos humanos”, finalmente indicó.