Zendy se convirtió en una cifra más para las autoridades de la Fiscalía General del Estado, sentenciaron familiares, durante una marcha de protesta para frenar los feminicidios en Puebla.
“Si no pueden que renuncien”, fue la consigna pronunciada a las puertas del organismo, el cual fue cerrado como buscando que las rejas frenarán los gritos.
Zendy Guadalupe Flores era estudiante de enfermería, fue asesinada en julio pasado y, hasta la fecha, el feminicidio no ha sido esclarecido. Según las cuentas, fue el caso de feminicidio número 55 en Puebla en lo que va del año. Pero para sus familiares no es un número, sino una pérdida desgarradora.
Pablo Rodríguez Salgado exigió justicia, luego de que las autoridades de la FGE no han resuelto nada y el caso se ha estancado en un retrato hablado, que no ha localizado a ningún sospechoso.
“Que encuentre al asesino (…) Si no pueden con su trabajo, que renuncien, exigirles que ya encuentren al asesino porque no podemos estar tranquilos", señaló la voz de algunas de las decenas de manifestantes.
La marcha inició a las 10:30 horas del reloj del Gallito, con destino a las oficinas centrales de la FGE, en cuyo trayecto amigos y familiares vestidos de blanco pidieron un alto a los feminicidios.
“Lo digo yo, me manifiesto yo, porque Zendy ya no puede”, “Nosotros salvamos vidas y ellos se la quitaron”, “Queremos justicia, ni una enfermera más”, fueron algunas de las consignas.
Al pasar por Palacio Municipal, la madre de Zendy y su amiga, Lucero Roca, pidieron apoyo para encontrar al culpable, que se realicen las investigaciones correspondientes y que no le den carpetazo al asunto.
El feminicidio
Zendy Guadalupe, mayor de tres hermanos, fue muerta en San Aparicio el 11 de julio cuando un sujeto la degolló y arrojó su cuerpo a un terreno de siembra.
Estaba estudiando enfermería y era una niña alegre, a quien le gustaba ayudar a las personas, tanto que en el sismo del 19 de septiembre acudió en ayuda de los damnificados.
“No es porque fuera mi hija, pero tenía muchas cualidades, además de su carrera soñaba con formar una familia. Quería prepararse, le gustaba salir adelante… Siempre va a existir el vacío de mi hija”, señaló su madre.
Tras la pérdida, ahora la familia acude constantemente a grupos eclesiásticos, quienes los están ayudando a salir adelante: “pedirle apoyo a Dios, le pedimos que nos de fuerzas para salir adelante porque esto es un dolor que vamos a tener toda la vida”, reconoció.
Puebla feminicida
Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), se reportaron 67 homicidios dolosos de mujeres entre enero y julio este año en Puebla, de los cuales solo 13 se investigan como feminicidios.
La entidad poblana se ubica en el tercer sitio de todo el país con más casos de feminicidio de los estados, donde la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia de Género (Conavim) no ha emitido una Alerta de Género.
Las solicitudes para esta la alerta han llegado desde la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), así como de expertos que forman parte del grupo de trabajo que la Conavim integró para analizar la situación.
Los estados en donde grupos civiles o gubernamentales han solicitado la alerta pero no se ha emitido son Puebla, Tabasco, Sonora, Guanajuato, Baja California, Tlaxcala, Yucatán y Querétaro.
Datos del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr) señalan que se han registrado 48 homicidios violentos de mujeres entre enero y el 15 de agosto pasado.
A esos casos debe sumarse el asesinato de María del Carmen Aguilar Sánchez, de 40 años de edad, cuando un grupo de maleantes entró a su casa y la privó de la vida en el municipio de Tehuitzingo, el pasado 25 de agosto.
El 20 de agosto, una mujer de 83 años de edad fue hallada sin vida al interior de una cisterna en su vivienda de la colonia Amor de la ciudad de Puebla, sin que hasta el momento se tenga certeza si cayó de forma accidental.
En tanto, el 10 de agosto se denunció la desaparición de Yaroslava Nenastyina, una mujer ucraniana nacionalizada mexicana. La madrugada del día 22 sus restos fueron hallados en terrenos ejidales del Camino Real del Primer Barrio, en Huejotzingo.