El presidente de la Comisión del Trabajo, y líder nacional minero, Napoleón Gómez Urrutía, aseguró que fueron las centrales obreras tradicionales, las que durante más de tres décadas negociaron para que los salarios mínimos se mantuvieran prácticamente congelados, lo que generó la pérdida del poder adquisitivo.

Al tomar protesta a la delegación Puebla de la Federación Internacional de Trabajadores, que encabeza Javier Gazca, de la cual también es presidente nacional, señaló que las centrales tradicionales se negaron a defender los derechos de sus agremiados, y por ello ahora las están abandonando.

Gómez Urrutia, señaló que en tres años, la federación tiene más de un millón de agremiados, y se están sumando sindicatos aprovechando la reforma laboral donde se da la libertad de elegir.

Denunció la manera en que se desprotegió al trabajador, ya que se permitió el outsouring que ya está prohibido en México, y ahora con la medida más de cinco millones de mexicanos ya están dados de alta ante el Seguro Social.

Manifestó que el único generador de riqueza es el trabajador, y las empresas lo deben valorar más pagándoles salarios justos.