Aunque las vacunas contra el COVID-19 de Pfizer y Moderna parecen ser efectivas para prevenir la versión grave de la enfermedad, no se ha demostrado si también pueden frenar su propagación; por lo tanto, el uso del cubrebocas seguirá siendo primordial aún para las personas vacunadas.

La doctora Leana Wen, analista médica de CNN, médica de Emergencias y profesora visitante en la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, explica que la vacuna Pfizer es muy eficaz para prevenir enfermedades sintomáticas y enfermedades graves.

“Eso significa que la vacuna parece evitar que las personas se enfermen lo suficiente como para desarrollar síntomas y, lo que es más importante, evita que las personas se enfermen tan gravemente que terminen en el hospital”, señala.

Sin embargo, aún se desconoce si la vacuna evita que alguien sea portador del coronavirus y lo transmita a otras personas; o sea, es posible que alguien pueda recibir la vacuna, pero aún sea portador asintomático.

“Es posible que no muestren síntomas, pero tienen el virus en el conducto nasal, de modo que si hablan, respiran, estornudan […]  aún pueden transmitirlo a otras personas”, subraya.

Por dicha razón, aún vacunadas, las personas deben continuar usando cubrebocas. Si bien, la vacuna protege de enfermarse gravemente,  es posible que aún se pueda portar el virus y contagiar a otras personas.

“Por lo tanto, quienes reciben la vacuna deben seguir usando cubrebocas y practicando el distanciamiento físico”, agregó la doctora Leana Wen.

Con información de CNN