Kazuo Hirai se convirtió en el CEO de Sony el 1 de abril de este año. Ni bien asumió el cargo, hizo uno de los anuncios más difíciles: despidirá a 10 mil empleados en el trascurso de 2012.
 
Para la empresa japonesa la crisis no es sólo internacional, sino también interna. El último año perdió $ 6.000 millones de dólares y enfrenta el cuarto año consecutivo de pérdidas. Bajo este panorama, Hirai se propone una serie de objetivos para "revivir" una marca famosa por sus televisores, que en la actualidad no son rentables.
 
Por eso es que el CEO planea enfocarse en la fabricación y marketing de dispositivos móviles -smartphones y tablets-, cámaras, videocámaras y juegos, según publica The New York Times. "Es tiempo de un cambio para Sony", dijo Hirai en la primera conferencia de prensa tras suceder a Howard Stringer. Y enfatizó: "Sony va a cambiar".
 
Este plan incluye una especial dedicación a la línea Xperia de teléfonos inteligentes, que según el CEO se están convirtiendo en el corazón del ecosistema tecnológico. A su vez, espera convertirse en el líder en el negocio y triplicar las ventas en tres años a US$ 22.000 millones (1,8 billones de yenes). Para ello integrará los teléfonos inteligentes de Xperia con las tabletas de Sony, computadoras personales y consolas.
 
Con un liderazgo de innovación adquirido con los Walkman y televisores Trinitron, Sony perdió terreno ante empresas como Apple y algunos fabricantes de productos electrónicos en Corea del Sur y China. Como Sony no pudo replicar el suceso de la compra online de música y películas que lidera Apple, buscará ofrecer ese mismo servicio a través de la Playstation. 
 
Aunque no va a dejar de fabricar televisores, reducirá el 60% de los costos de esa unidad de negocios para atraer ganancias. Hirai no especificó si la empresa cerrará alguna fábrica.
 
Además de enfocarse en algunos productos, el mercado de los juegos es una de las grandes apuestas. Hirai espera aumentar las ventas a un billón de yenes hacia marzo de 2015 (alrededor de US$ 10.000 millones). Metas similares se establecieron para el negocio de cámaras digitales y handycams.
 
La debilidad de la economía global hace que los consumidores retrasen sus compras de bienes no esenciales, como autos y consolas de juego, y están más atentos a las promociones o variantes más económicas.
 
La revalorización del yen es otro obstáculo para los exportadores japoneses, pues transforma a los bienes en productos caros para consumir fuera del país asiático. El año pasado, el Gobierno otorgó un plan de créditos por $ 100.000 millones de dólares para animar a las empresas que se vieron perjudicadas por sus exportaciones.
 
Los problemas de Sony también revelan un consumo electrónico japonés más débil en todo el sector. Otras compañías como Panasonic y Toshiba también perdieron market share ante la creciente competencia mundial. En este sentido, Apple y Samsung fueron ganando posiciones en el mercado, lo que generó una competencia aún más feroz.