"Una parte muy clara de nuestra estrategia es realizar grandes descuentos en los precios de nuestros Lumia, así podemos competir de forma efectiva", dijo Stephen Elop, CEO de Nokia.
Sin embargo, el ejecutivo no especificó cuál será el precio de los nuevos smartphones. Estos dispositivos cuestan un promedio de US$ 230, una baja del 2% con respecto a 2011, según una nota publicada por el diario The Wall Street Journal.
El plan de ventas fue anunciado en el marco de un mal comienzo de año para la multinacional finlandesa: en el primer trimestre, perdió US$ 1.200 millones. Por ese rojo económico -mayor al estimado-, el jefe de ventas, Colin Giles, dejará su puesto en la empresa.
Nokia advirtió, la semana pasada, que la intensa competencia en los mercados emergentes impactaría negativamente en sus resultados de la primera mitad de 2012. En ese sentido, Nokia cambiará su anticuado software operativo (Symbian) por el nuevo Windows Phone de Microsoft.
La competencia del mercado resulta feroz para Nokia, que debe enfrentar el alza en ventas del iPhone de Apple, de Samsung y de los dispositivos de la empresa china HTC. Según datos oficiales de la empresa, se despacharon 82,7 millones de dispositivos en el primer trimestre, contra los 108,5 millones del mismo período de 2011. Las ventas en China cayeron un 62%, en América del Norte un 50% y en Europa un 32 por ciento.
Por su parte, los envíos de dispositivos inteligentes cayeron desde 24,2 millones a 11,9 millones en el mismo período. Los números rojos de Nokia son una buena noticia para Samsung, que podría transformarse en el fabricante de celulares más grande en términos de venta.
La consultora tecnológica Gartner calcula que Nokia tenía un 23,4% de participación en el mercado de teléfonos móviles en el último trimestre de 2011, cuando vendió 111,7 millones de unidades. Samsung se ubicaba detrás con el 19,4% de market share.