Ya pasaron los primeros cien días de esta administración gubernamental, en estos cien días nada más en la ciudad de Puebla ocurrieron 51 homicidios, en la gran mayoría se utilizaron armas de fuego, muchos de éstos vinculados a robos, crimen organizado y otros más por "ajustes de cuentas", como consecuencia del consumo desmedido de bebidas embriagantes, los cuales no han sido resueltos.
Antes de que preguntemos qué está pasando en territorio poblano, donde de un tiempo para acá se disparó el índice delictivo, debemos saber cuál es el informe que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) tiene al respecto, para saber en forma real cuántos homicidios han ocurrido en Puebla y cuántos de estos han sido aclarados, con todo y detenido.
Es extraña la actitud de la ya no tan nueva procuraduría y sí descalabrada, desde sus inicios no se han informado de manera oficial los cambios que han ocurrido al interior, desde los tres niveles se sabe que son nuevos los funcionarios porque se les ve por los pasillos de la procuraduría, pero no se sabe más, no existe un organigrama donde aparezcan los nombres —todos— y cargos de los nuevos funcionarios.
Muchos argumentan que estos nombres no aparecen porque ninguno tiene la "plaza bajo el brazo", que podrían ser ratificados y después nombrados, una vez que culminaran los primeros cien días de gobierno que concluyeron la semana pasada, y es momento de que la PGJ deje de pasarse por el "arco del triunfo" la Ley de Transparencia e informe quiénes son los que están persiguiendo delitos e investigando las denuncias que los poblanos presentan.
En las listas de nuevos funcionarios se encuentran nombres de gente experimentada, pero "no son todos los que están ni…", es necesario que la procuraduría destape la "caja de Pandora" y se conozcan los nombres de los nuevos servidores públicos, que tal si uno de estos tiene "negros antecedentes", está imposibilitado para ejercer sus funciones, no tiene la capacidad para tales o simplemente ni abogados son y sí compadres, cuñados o "cuates" de los nuevos servidores públicos.
Los ministeriales, fuego bajo la mesa
Lo mismo tiene que ocurrir en las filas de la Policía Ministerial del Estado (PME), donde uno que otro comandante tiene ya "padrinos" para aspirar una mejor comandancia, incluso para permanecer en su trabajo, porque en forma lamentable existen muchos servidores públicos de esta línea que en la administración pasada se beneficiaron con el cargo.
Existen comandantes que viven en lujosas residencias, en zonas renombradas, que hicieron su patrimonio con "el sueldo" que devengan quincenalmente; servidores públicos que difícilmente podrán explicar cómo se hicieron de vehículos lujos, propiedades cuantiosas, con un salario que dicho por los mismos agentes y comandantes no alcanza ni para comer.
Hay muchas dudas del quehacer de los comandantes de la Ministerial, antes Judicial, que se quedan en el tintero, cartas y cartas que llegan y que "desnudan" a cada uno de sus "errorcitos" como servidores públicos, es obvio, en estas misivas sólo se encuentra el rencor y el odio que existe en las filas policiacas, consecuencia de que muchos de éstos se enquistaron en el poder y no lo quieren dejar.
En esta semana, estas mismas cartas están llegando a medios de comunicación y podrán al descubierto "la radiografía" de diversos mandos de la Ministerial, unos con casos concretos, de los que no es necesario ponerlos en entre dicho, otros donde só0lo llevarán impreso el odio y el rencor de "servidores públicos", que cuando se encuentran en los pasillos de la PGJ se abrazan "como si en años no se hubieran visto", pero por la espalda se acuchillan y hasta se mientan la madre.
De todas formas "la limpia" que se había prometido en las filas de la Ministerial ya está a la vuelta de la esquina, el jefe de los ministeriales ya no tiene los ojos cerrados, frente a su escritorio han desfilado chismosos, envidiosos, con cola que les pisen, con capacidad, por lo que ya debe tener una idea más concreta de quiénes lo rodean y —lo más importante— ya debe saber que en las entrañas de la Ministerial los golpes son "todos contra todos".
Nos vemos cuando nos veamos.