El sábado pasado se cumplieron ocho días de que en las márgenes de un río de la zona de Huauchinango apareciera el cuerpo sin vida de un sujeto, al parecer en calidad de desconocido, a quien sujetos desconocidos además de amordazar le sacaron los ojos y cortaron la lengua, en una especie de mensaje que utiliza el crimen organizado.
Las investigaciones de este crimen fueron manejadas con absoluto hermetismo por la Procuraduría General de Justicia (PGJ) y un grupo de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP), quienes se dieron a la tarea de presentar a diversos sospechosos por el delito de robo de vehículos, para que rindan declaración con relación al hombre torturado.
Peritos especializados en el área de medicina forense y de criminalística llegaron a analizar los restos, presumen que los ojos pudieron habérselos comido animales de rapiña, lo que no entienden es como le comieron la lengua, por lo que dijeron que alguien pudo habérsela cortado.
El hallazgo del cuerpo del desconocido se da días después de que la SSP por conducto de su titular reconociera que en Puebla operan al menos siete bandas ligadas al crimen organizado. En Huachinango opera una de estas, además también reconoció que en la Sierra Norte y Oriente del estado es donde suceden las ejecuciones más violentas, desde decapitaciones hasta cuerpos incinerados y otros casos violentos.
Que la PGJ y la SSP no hayan hecho ningún comentario tras el hallazgo del cuerpo del hombre torturado indica que la víctima puede ser un poblano, por lo que hay nerviosismo en toda la región huauchinanguense, sobre todo porque temen que tras estos hechos se agudice la presencia del crimen organizado y aumenten las ejecuciones.
El correo de los muertos
Recontrarréplica a lo de la selección del MP
“Mi estimado Poncho, en respuesta al derecho de réplica ejercido por el Lic. Fierro me permito manifestarte lo siguiente: el suscrito Pedro Antonio Martínez Lara, sí fui aspirante a ingresar al curso para ocupar una de las 50 plazas de agentes del Ministerio Publico Especializados en Juicio Oral, desgraciadamente cuando fui a pedir la devolución de mis documentos me retuvieron el comprobante de inscripción, del cual solo tengo una copia fotostática, sin embargo me permito decirle al Licenciado Fierro que ya que se empeña en demostrar hechos negativo como el hecho de que no sea cierto que el suscrito fue aspirante, por qué mejor no demuestra públicamente que no es cierto que el Licenciado José Luis Vélez León tiene a su esposa María del Consuelo Cruz Galindo trabajando en la Procuraduría como agente del Ministerio Publico y que fue despedido como agente del Ministerio Publico por abandono de trabajo; o que tampoco es cierto que se haya iniciado averiguación previa en contra de Félix Ramos Montaño por un delito sexual en agravio de una defensora social de nombre Yadira Condado Limón. Asimismo te transcribo lo manifestado al suscrito por un aspirante que fue preaceptado: resulta que en el instituto dividió a los aspirantes en dos grupos, A y B, siendo marcada la distinción para los dos grupos ya que el primer grupo tenia el mejor salón y los mejores maestros, lo cual fue corroborado recientemente ya que el día martes expulsaron a todo el grupo B, por no haber pasado los exámenes a excepción del Licenciado Félix Ramos Montaño y sin embargo sorprendentemente todos los del grupo A pasaron los exámenes y ninguno fue dado de baja, de lo cual se deduce indudablemente que el proceso estaba amañado y que todos los del primer grupo ya estaban aceptados y que a los del grupo B únicamente los utilizaron para darle “legalidad” a su “proceso de selección”, para lo cual utilizaron a dichos profesionistas los cuales incluso algunos renunciaron a sus trabajos para asistir al curso para que al final fueran dados de baja, es sin lugar a dudas absurdo que inicien un curso sin tener los resultados finales del proceso de selección y más aun que los tengan tres semanas recibiendo curso para después darlos de baja posteriormente, ojalá y el Gobernador tome cartas en el asunto.
”Tu multi defraudado amigo
Pedro Antonio Martínez Lara.”
Hasta aquí la carta.
Nos vemos cuando nos veamos.
Le sacaron los ojos, le cortaron la lengua y lo tiraron al río

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