Don Ardelio Vargas Fosado, el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSP), acaparo las principales notas del lunes y del martes, donde en ambas la principal reacción de la sociedad fue el reclamo por la represión a gente inocente.
Ayer el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, externo sus respetos al secretario Vargas Fosado por la intervención policíaca en el Mercado Jorge Murad, La Fayuca, pero además reconoció, entre líneas, el uso excesivo de la fuerza pública, sobre todo porque los afectados que nada tenían que ver en el aseguramiento de piratería y contrabando, fueron quienes recibieron más castigo.
La misma Comisión de los Derechos Humanos, a través del encargado de la recepción de quejas, Jorge Navarro, informó al reportero que el domingo, tras ocurrir los hechos violentos, un grupo de comerciantes del Mercado Jorge Murad, llevaron a solicitar les recibieran la queja, pero antes de esto los auxilio e incluso canalizo a la Delegación Norte del Ministerio Público para que presentaran denuncia por abuso de autoridad y por separado inició una investigación —EXP/6004/2011/C— que podría terminar en una recomendación en contra de quienes ordenaron el operativo y encabezaron una intervención policíaca como pocas veces ha ocurrido en Puebla, las más memorables en los años 70.
Mientras las opiniones se bifurcan, ayer la SSP no hizo más comentarios al respecto, tampoco la de Comercio Exterior, es más nadie ha invitado a la prensa para la destrucción de la mercancía apócrifa, no vaya a ser que aparezca a la venta en otros mercados.

Miguel Olvera 'El Fresa' y el 'Osama poblano'
Cuando Ardelio Vargas, el secretario de seguridad pública, se refería a que sus policías fueron “obligados” a lanzar granadas contra la población de civiles y de comerciantes fue porque los agredieron primero y dijo “un grupo de al menos 30 sujetos”, después nombró a un Miguel “el fresa”, como quien “orquesto la fiesta”.
Miguel Olvera, “El Fresa” fue dirigente de los comerciantes de La Fayuca y actualmente ocupa un cargo menor dentro del grupo, aunque muchos dicen que el nuevo dirigente Alberto Paredes García, es su “títere” y que lo ocupa para actos subversivos como los del domingo.
Por cierto Paredes García tiene un oscuro pasado, todo relacionado con robos violentos, incluso antecedentes penales, en la desaparecida Policía Judicial, actualmente Ministerial no lo olvidan, el fue uno de los que participó en un asalto y robo de armas en el interior del bar la Hacienda, hace algunos ayeres, donde las víctimas fueron agentes ebrios.
El secretario de seguridad pública no se equivoca cuando dice que “El Fresa” o “el nuevo “Osama Poblano”, por aquello de los gases lacrimógenos con sosa cáustica, es un provocador profesional.
“El fresa” y su grupo de provocadores estuvo presente en la manifestación de los comerciantes de la zona de la 46 poniente, ocurrida frente a la Secretaria de Finanzas, donde fueron atacados los policías que trataban de resguardar el orden, este hombre forma parte de un grupo de comerciantes que se han dedicado a sembrar terror y fue quien estuvo al frente en los hechos del domingo pasado.
Además le comento que del anterior operativo, el que realizó la Procuraduría General de la República (PGR), donde fueron asegurados y sellados al menos seis locales donde se vendía piratería, a estos locales les violaron los sellos y los reabrieron, incluso hay una investigación al respecto.
Uno de los que se encargó de violar los sellos federales fue “El Fresa”, incluso antes de hacerlo le dijo a sus compañeros “ahora va de huevos”.

Negocios turbios en Delitos Sexuales
La comadanta Margarita Alonso Huerta, a cargo de la comandancia de la Policía Ministerial del Estado (PME), de delitos sexuales y violencia familiar (de plano no entiende) nuevamente fue denunciada por abuso de autoridad y otros delitos y entre los pies se llevó a una agente del Ministerio Público de este mismo departamento.
La funcionaria abusó de su cargo al intervenir en una denuncia por amenazas, presentada por María Yareli Zárate Medina en contra de Miguel Cortes Leal.
La comandanta intervino para que esa denuncia de amenazas se convirtiera en lenocinio, sólo bastó que cobrara unos miles y que los distribuyera adecuadamente para que una mujer que demandaba su ex pareja le regresara a su hija menor de edad, terminara por señalarlo como quien la obligaba a prostituirse.
Por cierto, la afectada dijo ser cocinera del botanero La Pasadita, que se ubica en la 16 Poniente, entre la 5 y 7 Norte y resulta que ese negocio es en realidad bar girl y que sus funciones, desde hace varios años, no es el de mesera.
En breve le voy a dar detalles de este nuevo escándalo que está a punto de llevar a un hombre a prisión.

Nos vemos cuando nos veamos.
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