El jueves 7 de julio siete hombres armados con rifles de asalto ingresaron al bar El Conde, que se ubica en la carretera Puebla-Tlaxcala, esquina con calzada El Conde, de la colonia Seda Monsantos; los hechos ocurrieron a las 19:06 horas.
Los desconocidos buscaban al dueño del lugar y no lo hallaron, entonces se llevaron por la fuerza a Felipe Garrido García, a quien apodan “El Jarocho”.
Los desconocidos se dieron a la fuga a bordo de dos vehículos, un Sentra y una camioneta, de características no reveladas, con dirección a Santa Ana Tlaxcala.
Ocurridos los hechos, los testigos solicitaron el auxilio del CERI (Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata), llegando al lugar elementos de la patrulla 405, del cuarto sector, que pese a que realizaron un recorrido por la zona no pudieron hallar a los desconocidos.
Este tipo de hechos ocurren en forma constante en territorio poblano y nadie dice nada, parece que a nadie le importa.

Va de nuevo; anomalías en el Instituto de Formación Profesional
Un correo llegado a esta columna “escrito con el hígado” denunció anomalías que ocurren en los cursos que imparte el Instituto de Formación de Profesional para los nuevos agentes del Ministerio Público y beneficiarían a algunos bien relacionados aspirantes.
Uno de estos aspirantes, de quien dicen ya fue representante social, es Carmen María Vargas Kasir, de quien el remitente —que debe de ser mujer— acusa de utilizar “sus encantos” para beneficiarse en los cursos, e incluso envía la copia de un correo en internet, donde dice está la prueba de lo que denuncia.
Es importante que se vigile que la selección de nuevos agentes del Ministerio Público no se haga “al vapor”; de ocurrir así, la persecución de delitos y la administración de justicia podrían sufrir otro descalabro como la administración pasada, donde ministerios públicos fueron seleccionados por compadrazgos y compromisos, además de intereses políticos y  económicos.

El correo de los muertos

Sentencian a médico por responsabilizada profesional
“El proceso penal 149/2010 por lesiones y responsabilidad profesional contra el ortopedista Alfonso Pedraza Aguilera ha empezado a tomar un camino apegado a derecho, negado durante los cinco años desde que mi denuncia penal y/o querella fue presentada.
”Actualmente, luego de haberse librado la orden de aprensión contra el Ortopedista que me incapacitó de por vida, el Juez Primero de lo Penal en Puebla ha dictado auto de formal prisión contra el Dr. Alfonso Pedraza Aguilera responsable de las secuelas que en mi humanidad dejó su falta de previsibilidad médica.
”El juicio se llevará a cabo en el Juzgado Penal Número uno de Puebla, la razón permitirá conocer la verdad historia de una negligencia médica protegida por la administración anterior mediante desaseos judiciales, tráfico de influencias y omisiones generalizadas.
”El Dr. Pedraza Aguilera, de lo único que puede enorgullecerse es de que gracias a su negligente actuar como médico, se formara la Asociación de víctimas de negligencia médica e impunidad judicial.
” Cesamed Puebla dio su Dictamen Médico Pericial a petición de autoridad, ratificación y ampliación del mismo, se sometió a interrogatorio a los asesores de Cesamed por el presunto culpable y por el propio Ministerio Publico y el médico legista clasificó las lesiones, lo que originó por segunda ocasión su consignación ante el Juzgado Primero de lo Penal, quien encontró bases para dictar el auto de formal prisión contra quien se alejó de la Lex Artis de la medicina en 2006, en prejuicio de mi salud.
“Atentamente. Gustavo Adolfo Vargas González.”

Hasta aquí la carta.
Nos vemos cuando nos veamos.