Una fotografía enviada al Correo de los muertos, muestra la imagen de un personaje que supuestamente se llama Ramón Rojas de Luna, uno de los encargados del Departamento de Control de Recaudación, en Infracciones de la Tesorería municipal, quien en apariencia estaría recibiendo un soborno. Este personaje es el hijo de Ramón Rojas Jaramillo, subcontrolador de Desarrollo Administrativo.
De entrada, quien envía la foto y la denuncia dice que un servidor público no puede atender a los contribuyentes fuera de las instalaciones, y mucho menos recibir dadivas.
No está por demás comentarle que de manera legal un servidor público no puede tener familiares en la dependencia en la que labora, porque esto sería un caso de nepotismo, pero al respecto nadie ha hecho nada.
El caso queda para “La Araña”.

El caso de Oswaldo prende focos rojos en Puebla
Mientras se discute si fue una granada o un artefacto bélico lo que le explotó entre las piernas al pequeño Oswaldo Zamora Barragán, cuando se encontraba jugando en terrenos de la comunidad de Petlalcingo, los “focos rojos” se encienden en Puebla, ahora desde el Distrito Judicial de Acatlán de Osorio.
El motivo es simple, el secretario de Seguridad Pública del estado, Ardelio Vargas Fosado, reveló a reporteros que no se sabe de quién es propiedad el artefacto que hizo explosión, si del Ejercito o del crimen organizado. Además, dejó entrever que estos personajes se mueven por esa ciudad poblana que limita con el Estado de Oaxaca.
El hecho de que el niño haya encontrado “abandonado” el artefacto explosivo —que no parece ser granada— indica que en la comunidad de Petlalcingo se registran actividades militares de los que no tiene conocimiento la población, y el hecho de que se diga que ese “artefacto” lo pudieron haber abandonado miembros del crimen organizado, indica lo mismo que en esa zona operan bandas de alto riesgo.
¿Qué sigue?

Que en un solo día robaron 20 vehículos
La eficacia con la que se moviliza el crimen organizado, especializado en robo de vehículos, ha dejado muy mal parados a los cuerpos de Seguridad poblanos, pues por un lado, corporaciones como la Policía Municipal Preventiva (PMP) informan sobre la localización —en un solo día— de dos vehículos reportados como robados. En otro los reportes de la PGJ, indican que en menos de 24 horas en la ciudad de Puebla fueron robados 20 vehículos, cinco de estos a mano armada.
Los ladrones de vehículos operan a cualquier hora del día, utilizan zonas como El Periférico, donde escasea la vigilancia y donde los elementos de Seguridad Vial del estado se dedican a la extorsión; operan con toda tranquilidad y los vehículos más robados son camionetas y de modelo reciente.
Hay que reconocerlo, en los últimos días la Novena Comandancia de la Policía Ministerial del Estado (PME), ha dado muy poco rendimiento para recuperar vehículos robados y lógicamente para detener a los ladrones.
Lo anterior se lo comentó porque la Oficina de Prensa de la PGJ no ha emitido un solo boletín del aseguramiento de vehículos, lo que indica que no están trabajando, o que en Prensa —perdón “estrategia de comunicación”— les tienen mala voluntad.

Nos vemos cuando nos veamos