Dicen los antiguos que “el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe”, y es que tanta necedad, aunada a la falta de espíritu que muestra La Franja y los pésimos resultados de las ultimas tres jornadas, fueron suficientes para colmarles el plato a los directivos. La derrota del sábado pasado en el estadio Azul frente al Cruz Azul selló su destino en la Angelópolis.
Las razones, créame que no son pocas. Habrá muchos que dirán que todo se debió a su conocida terquedad en cuanto al parado del equipo y a los cambios poco afortunados durante su gestión, pero la falta de compromiso, espíritu y todo lo que se refiere a entrega dentro del terreno de juego, fueron determinantes para tomar la decisión, que desde mi punto de vista es tardía, pues desde el partido frente a los de Torreón se tuvo que haber tomado, aunque eso ya es historia.
El sábado pasado me encontré a Ricardo Henaine en el estadio Azul, tenia yo muchos meses de no verlo, pues desde la presentación del equipo en el gimnasio Miguel Hidalgo no había tenido la oportunidad de charlar con él. Lo vi bien, aunque muy preocupado por lo que está sucediendo con el equipo Camotero porque los resultados no son los esperados. Tanto él como Jesús López Chargoy nos invitaron a ver el partido desde el palco de la directiva, situación que confieso nunca me ha gustado por la presión que generalmente se vive en los palcos directivos de cualquier equipo profesional; sin embargo, ante la insistencia y la amabilidad accedí de buena gana. Era una buena oportunidad de poder saber algo más de lo que estaba aconteciendo con el equipo desde la óptica de los dirigentes. ¡Uff!, créame que la tensión que se siente en esos lugares no es apta para cardiacos, y peor cuando un equipo no anda bien, como es el caso de La Franja. Al final puede usted, amigo lector, imaginar el ambiente en ese palco, la tristeza, la frustración y el enojo ante lo que se consideraba un partido que se pudo haber controlado, de no ser nuevamente por los “pinches” cambios y la pésima actitud del equipo. En la cara de Henaine noté que la decisión estaba tomada, no era para menos; sin embargo no dijo nada, se despidió y se fue junto con Roberto, su hijo. El intercambio de miradas entre ellos y la molestia de su hijo por la salida de Luis García me dejan claro que Sergio Bueno está fuera en un 99 por ciento, y que el anuncio oficial se dará solo cuando se tenga a alguien más asegurado, no antes, no después. La esperanza para Bueno en ese uno por ciento restante es la posibilidad de que no se consiga a otro director técnico a la brevedad. Sería, créame usted, la única posibilidad de que el cambio no se realice. A título personal le digo que entre hoy lunes y mañana martes nos estaremos enterando del nombre del nuevo responsable del banquillo Camotero, y ojalá que sea quien sea, sea para bien del equipo afición y directiva. Nosotros, veremos y diremos.
Lobos BUAP reaccionó
Con los chamacos sacando la cara por la institución y poniendo eso que se necesita para ganar los partidos cuando más se necesita, Roberto Ruiz Esparza júnior y Daniel Tehuitzil taladraron la defensa de la U de G cuando el tiempo se agotaba y lograron darle a los Lobos su segunda victoria en la temporada al son de 1-0, con lo que alcanzaron diez puntos en diez partidos, y con la esperanza de que las cosas mejoren para una organización seria que trabaja para los jóvenes, y de la que pronto Puebla tendrá jugadores de Primera División.
Nosotros, como siempre, seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
Twitter @pepehanan
Bueno, con un pie fuera
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