No piense mal, no se trata de que los hayan “cachado” perpetrando algún delito o fabricando algún “chalequito”, tampoco es metáfora. Es, como se lee: el edifico de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) que se ubica en la 31 Oriente y el bulevar del 5 de Mayo se está cayendo, sus estructuras se han debilitando y podrían venirse abajo con todo y el personal que ahí labora, además de los “invitados”.
No tiene mucho que se detectaron algunas fisuras por el área de Comandancias de la Policía Ministerial, entonces los que están a cargo del manejo de la administración decidieron evacuar al personal y apuntalar el área para hacer unas cuantas reparaciones, pero se dieron cuenta que ese edificio no tiene remedio, hay que tirarlo y reconstruir otro.
El problema del edificio de la colonia Ladrillera de Benítez, es que fue construido donde pasaba un río, por lo que la humedad aún permanece y las estructuras ya se colapsaron.
No se extrañe usted de que en estos días comiencen a sacar mobiliario y se conozca de una nueva dirección provisional, mientras se derrumba el edificio y se erige uno nuevo.
Por el momento no se sabe si el gobierno del estado tiene el efectivo suficiente para construirle otra casa al procurador y a su personal, pero con tantos apoyos económicos que reciben de la Federación y uno que otro trinquetillo, “que se reporten” las comandancias y hasta “jacuzzi” van a tener los detenidos; bueno, ya lo tienen, pero más bonito.

Puertas cerradas a la prensa
Los elementos de guardia de la Policía Ministerial del Estado (PME) cada día se ponen más difíciles para permitir el acceso a reporteros a la institución.
¿Serán las nuevas órdenes del procurador Carrancá, de sacar a la prensa de la Procu?
¿Los ministeriales se toman atribuciones que no les corresponden?
¿Otro paso más de la “ley mordaza”?

Del ‘Negro’ Durazo a don Ardelio Vargas
¿Qué similitud le encuentra usted a la forma de trabajar de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, comandada alguna vez por Arturo “El Negro” Durazo Moreno, a el grupo de Inteligencia de la Policía Estatal Preventiva (PEP), dependiente de don Ardelio Vargas Fosado, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)?
La primera dependencia en un principio dio “excelentes” resultados en su lucha contra la delincuencia, luego comenzaron los excesos y al final los abusos.
Los policías bajo las órdenes del “Negro” Durazo detenían delincuentes para luego obligarlos a “trabajar” para ellos. Cuando les estorbaban, los asesinaban.
Llegaron a tener el control total de la delincuencia, a tal grado que el mismo Durazo decidía dónde la delincuencia debería de disminuir y dónde aumentar.
El grupo de Inteligencia de la PEP tiene “permiso” para todo: para levantar, torturar, saquear y extorsionar, pero con la obligación de entregar trabajo.
Estos policías, los del grupo de Inteligencia, detienen a un delincuente y luego lo obligan a que trabaje para ellos, por eso se dice que varios exmetropolitanos son los principales cabecillas del ingreso de drogas como la heroína; ellos no sólo la protegen, sino que son los jefes directos de varias organizaciones criminales.
Existen otras similitudes entre ambos personajes, pero esas son otras historias que faltan por contar.

Los demonios en Derechos Humanos
¿Usted sabe lo que le pasó al presidente de la Comisión de los Derechos Humanos (CDH), Adolfo López Badillo, quien sin más corrió a su jefe de Prensa, Héctor Jesús Pérez Suárez?
El periodista el viernes 14 de octubre se presentó a trabajar como todos los días, y resulta que le avisaron que a partir de ese día dejaba de trabajar como jefe de Prensa de esa comisión.
Héctor esperaba que por lo menos los 16 años que trabajo en la CDH le valieran para que le dijeran por qué lo estaban despidiendo, para que pudiera defenderse pero no fue así, el presidente ni siquiera quiso recibirlo.
Algo ocurre en Puebla y pretende afectar a los periodistas poblanos.
Poco a poco el nuevo equipo de gobierno está dejando caer un manotazo contra comunicadores.

Ardelio Vargas al Cereso
Hoy el secretario de Seguridad Pública del Estado, Ardelio Vargas, va a estar presente en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel; va en calidad de testigo de un importante evento donde van a acudir otros funcionarios del gobierno del estado.
La reunión será interesante porque el personal que labora en el Cereso va a abordar al secretario para exponerle problemas que presentan en su trabajo.
Entre los inconformes existe nerviosismo, no saben cómo van a ser tratados. Los reporteros vamos a estar al pendiente.

Trajecitos en delitos sexuales
Le tengo otra de doña Margarita Alonso Huerta, la comandante a cargo del grupo de la Policía Ministerial del Estado (PME), que investiga Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar.
Todo inició cuando Ángel Rodríguez Landa, quien la tarde del viernes estaba en el zócalo de la ciudad, recibió una llamada por parte de una mujer con la que tiene amistad, quien le pide que la ayude en un problema que tiene y le dice que la alcance en la 18 Poniente, entre 5 y 7 Norte, a donde se dirige de inmediato.
Al llegar fue detenido por ministeriales al mando de esta comandante y junto con la muchacha lo meten al hotel que se ubica en esa calle y los ponen de frente a una mujer identificada como María de la Luz de la Rosa Centeno.
Resulta que María de la Luz no tiene ni dos meses de haber llegado a trabajar a ese lugar, su único encargo es cobrar por las habitaciones, la historia de los clientes no tienen por qué importarle.
Resulta que la señora María de la Luz Rosa Centeno fue detenida como presunta responsable del delito de “lenocinio”, como si la empleada fuera dueña de este lugar o estuviera relacionada con algún ilícito, cuando su función es sólo cobrar.
Una de dos, o la comandanta intenta con esta detención presionar a los dueños de ese hotel para que negocien con ella, o está deteniendo al azar para justificar que no ha rendido lo suficiente desde el escándalo de su hijo.
Lo cierto es que una mujer inocente la quieren hacer pagar “pecados” ajenos.
¿Hasta dónde estará metida la encargada de investigar delitos de esta índole?
Nos vemos cuando nos veamos.