Si pensamos que en México el futbol se vive con pasión, déjeme decirle que en Sudamérica el futbol no es pasión: es religión, y es que la rivalidad de los equipos, a diferencia de México, muchos se ubican en una misma ciudad. Es decir y por poner un ejemplo, en Río de Janeiro juegan el Fluminense, el Vasco da Gama, el Flamengo y el Botafogo; algunos comparten estadio, otros no, pero es tan cercana la distancia entre un estadio y otro que lo podríamos comparar con la distancia entre el estadio Cuauhtémoc y el estadio Zaragoza o el de Ciudad Universitaria, así es que una misma localidad se encuentra usted al fanático de un equipo compartiendo trabajo o habitación con su acérrimo rival deportivo; de verdad es sorprendente la manera de estas personas de ver el futbol, todo tiene que ver con este maravilloso deporte: las playas llenas de gente jugando futbol de playa y se pueden ver jugadores con una técnica individual impresionante, en su mayoría muy atléticos y corpulentos; con esto le quiero decir que cada vez es más complicado ver jugadores de baja estatura como sucedía antes. Con esto no quiero decir que no los haya, pero lo cierto es que cada vez son menos.
Mientras todo eso sucede, los brasileños se preparan a marchas forzadas para ser anfitriones de la próxima Copa del Mundo en el 2014. Es factible hoy ver los estadios cerrados y en remodelación, como el caso del legendario Maracaná, estadio que actualmente está cerrado al público y que por disposiciones de FIFA tendrá un aforo de 75 mil aficionados, muy lejos de como fue concebido antes de 1950 donde la capacidad superaba las 200 mil almas —obviamente, todas de pie—, y que de cierta manera cooperó para que en el famoso “Maracanazo” mucha gente se suicidara. Y así como este inmueble, varios más están siendo remozados al 100 por ciento, pues además en 2016 el país sudamericano será también anfitrión de las Olimpiadas, así es que se podrá usted imaginar de qué manera se trabaja aquí en la actualidad para tener todo listo a más tardar en dos años y medio, y créame que será una labor titánica pues en Brasil casi todos los estadios están en condiciones deplorables, imagínese usted el estadio Zaragoza. Así más o menos.

Puebla, listo; ¡falta el futbol!
Los que por fin definieron quienes serán los refuerzos del próximo torneo fueron los Camoteros del Puebla. La lista de extranjeros quedó de la siguiente forma: Jonathan Lacerda (defensa central), DaMarcus Beasley (volante), Lucas Silva (volante), Luis García (delantero) y Eduard Johnson (centro delantero), además de Luis Ángel Landín y “Loquito” García (delanteros); esto, más la base con la que la escuadra contaba desde el anterior torneo, abren la esperanza de que podamos vivir mejores tiempos con nuestra querida Franja. La llegada de Juan Carlos Osorio a la DT nos asegura que veremos un equipo ofensivo y seguramente mejor armado tanto atrás como adelante que el del torneo anterior. Ojalá y el próximo año se cumplan los deseos de todos los aficionados poblanos para tener un equipo espectacular, ofensivo, equilibrado y sin tantos problemas de pantalón largo; ¡ojalá se nos cumpla!
Nosotros, mientras tanto seguiremos en línea.
Hasta la próxima.