El lunes la delincuencia no sólo “se despachó con la cuchara grande”, sino que impuso una nueva moda en asaltos que preocupó a los habitantes de esta ciudad de Puebla.
El asalto ocurrido en la joyería La Princesa —en la zona de Las Ánimas— demostró la nueva operatividad de la delincuencia que se mueve en Puebla, sobre todo porque utilizaron radios de comunicación, se camuflajearon como militares y hasta utilizaron rifles de asalto. Además de que en sincronía ingresaron al establecimiento, se llevaron todas las joyas que encontraron y después escaparon en una camioneta que abandonaron calles adelante, con todo y radios.
El otro asalto fue más impresionante, fue a 25 cuentahabientes, dentro del Bancomer de la sucursal de la colonia Santa María. Los delincuentes, tres en total, no se dirigieron a los encargados de las cajas de pago sino a los clientes, y como nunca antes a todos los despojaron de sus valores y después huyeron a bordo de una camioneta.
Los dos asaltos se perpetraron con toda la tranquilidad de los maleantes por una sola razón: sabían que la capacidad de respuesta de la Policía Municipal Preventiva (PMP) iba a ser escasa, debido a que cuenta con poco personal.
En otras palabras, la delincuencia sabe de la debilidad en personal de la corporación policiaca, lo que resulta inaceptable si tomamos en consideración que el municipio tiene de sobra vehículos, armamento y hasta instalaciones, pero carece de lo más elemental: personal.
Aún así, este día la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Municipio (SSPTM) tendrá que elaborar 218 oficios de traslado de policías municipales a la corporación estatal, y el resto (otros 218) tendrá que hacer maletas para diciembre.
Es extraño que el gobierno del estado, a sabiendas de que debilita la seguridad en la capital del estado se lleve a sus policías, con un intento de monopolizar toda la seguridad en Puebla, cuando se han dado cuenta que pese a sus “recorridos” la inseguridad no ha cesado.
Ni modo, el gobierno municipal y del estado siguen sin ponerse de acuerdo y los paganos somos los poblanos.
El correo de los muertos
Que den la cara, respuesta en Tehuacán
“Respecto a su columna Porque los muertos corren rápido publicada el día 27 de febrero del año en curso, le manifiesto que lo que ahí se publica posiblemente sea cierto. Afortunadamente a mí en lo particular no me ha sucedido, pero esto no quiere decir que puede suceder. Lo que me preocupa es que dichos señalamientos, hechos en contra de funcionarios del Ministerio Público supuestamente corruptos, por parte de abogados, se quede sólo en anónimos, por lo que yo sugiero que para que el señor gobernador Rafael Moreno Valle tome cartas en el asunto a través del procurador de Justicia en el estado, abogado Víctor Carranca, es necesario que los abogados que han padecido este tipo de actitudes por parte de los ministerios públicos den a conocer su nombre y domicilio, para que en unión de profesionistas del derecho de la ciudad de Tehuacán Puebla, cuenten con el apoyo valiente y decidido, para presentar una queja directamente con el gobernador del estado y se tenga una respuesta por parte de las autoridades ante una queja mas formal con nombre y apellidos, ya que de no ser así quedará como unos anónimos que no tienen validez, por lo mismo de que no se sabe de quién proviene. Aprovecho para enviarle a usted mi más cordial saludo. Atte. Abogado Miguel Ángel Romero Calderón, cédula profesional 1725796 domicilio 5 Oriente 328 col. Centro, Tehuacán Puebla.”
Hasta aquí la carta.
La inseguridad de Tehuacán la provocan expolicías de Puebla y DF
“La tarde del domingo 12 de febrero un adolescente de tan sólo 13 años de edad fue víctima de la brutal inseguridad que se vive en Tehuacán. Abraham de Jesús Mosqueda Carrillo era estudiante del primer año de secundaria. Alrededor de las dos y media de la tarde del domingo 12, el adolescente y su novia iban caminando sobre la calle 3 poniente esquina con 10 Sur, cuando fueron atacados por tres maleantes, quienes apuñalaron a Abraham de Jesús. Esto sucedió en el fraccionamiento La Arcadia frente al auditorio María Antonieta Vázquez. Con este episodio se recrudeció el clima de inseguridad en Tehuacán. Diversas fuentes han sostenido que las autoridades municipales de Tehuacán son responsables de este clima de inseguridad, ya que han llevado policías de Ixtapaluca, estado de México así como ex policías de la ciudad de Puebla. Todos estos sujetos tienen negros antecedentes. Esta es la historia de dos de estos policías. Uno se llama Alejandro Varela Casiano y es apodado “El Chango”. Estas son las historias de dos maleantes con uniforme de la Policía Municipal. Eliseo Lezama Prieto colocó como director de Seguridad Pública a José Tlachi Meneses, policía que trabajó en el Grupo Halcón de la Policía poblana y en donde dejó lamentables antecedentes. José Tlachi Meneses tiene a dos policías operando bajo su mando: uno es Óscar Pérez Rojas alias “El Ceja Güera” y el otro es Alejandro Varela Casiano alias “El Chango” mismo que los primeros días de marzo del año 2007 fuera detenido y presentado por la Procuraduría de Justicia del Estado, por presunta posesión de grapas de cocaína en la ciudad de Puebla. Cinco años después, en este 2012, Alejandro Varela Casiano es considerado el brazo derecho de José Tlachi Meneses en la Policía Municipal de Tehuacán.”
Hasta aquí la carta.
Nos vemos cuando nos veamos
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Éramos pocos y parió la abuela

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