Después de los testimonios de los tres hermanos agredidos por un grupo de escoltas de Casa Puebla, publicados el día de ayer en Intolerancia, recibí una nueva carta aclaratoria firmada por el vocero del gobierno estatal, Sergio Ramírez Robles.
Sin pudor alguno, este funcionario morenovallista decidió enviar una nueva misiva a la redacción de este rotativo tratando de defender lo indefendible. Pese a la contundencia de las declaraciones, cuyo audio puede ser escuchado en la página electrónica de Intolerancia Diario y al relato detallado de esta agresión por parte de los agraviados, el vocero determinó oportuno volver a negar los hechos con un solo argumento: que no existe una denuncia penal.
Esta es la carta:
Atentando contra nuestra inteligencia, el vocero piensa que puede taparse el sol con un dedo al asegurar que la única forma de probar la golpiza es a través de una denuncia ante el Ministerio Público.
Debo decirle al señor Sergio Ramírez que los medios de comunicación pueden darle una opción a los ciudadanos, cuando los excesos del poder les generan miedos fundados.
Por naturaleza, la prensa se convierte en un medio de denuncia cuando los gobiernos no ofrecen las garantías de seguridad y de certeza jurídica.
Si partimos de que la instancia para denunciar este tipo de atropellos es el MP, y que este depende de manera directa del Ejecutivo del estado —léase el gobernador—, se explica perfectamente el temor de quienes optaron por relatar su historia a Intolerancia.
Además, la narrativa de los tres agraviados detalla perfectamente la agresión, e incluso dan a conocer el número de placas de la camioneta de la cual bajaron los escoltas, misma que coincide con una camioneta Van Chevrolet color dorado del gobierno del estado, tal y como lo relataron al reportero de este diario.
Después de haber tenido sendas pistolas en la sien y de conocer el cargo público de su agresor, es más que entendible la sumisión para la firma de un ridículo convenio de 500 pesos. Y pese a todo lo anterior, para el vocero del gobierno estatal nada existió si no presentan denuncia penal.
Termino mi comentario con una simple pregunta:
¿Alguien en su sano juicio presentaría una denuncia ante la Procuraduría de Justicia, después de haber sido encañonados y golpeados por guardias de seguridad de Casa Puebla por órdenes directas del secretario privado del gobernador?
En la respuesta, está la verdad que tanto le preocupa al señor Ramírez Robles.
Que el lector juzgue.
Ximena Navarrete, una enferma muy saludable
Un nuevo caso relacionado con el sector salud demuestra el exceso en el ejercicio del poder y el derroche de recursos por parte de las autoridades estatales.
Una fotografía publicada en el portal de internet Poblanerías descubrió la forma en la que la exmiss universo Ximena Navarrete arribó el domingo pasado a tierras poblanas.
En la gráfica puede verse a la tapatía descendiendo del helicóptero de SUMA, que supuestamente es una ambulancia aérea para atender casos urgentes y delicados de salud.
Sin embargo, esta vez el helicóptero fue utilizado para trasladar a la que será la embajadora de los festejos del 5 de Mayo.
Y usted seguramente se preguntará: ¿Cual fue la urgencia de traerla a Puebla?
Pues resulta que la señorita Navarrete vino a comer en el restaurante El Desafuero de la calzada Zavaleta con el gobernador y su esposa, para posteriormente disfrutar del triunfo de sus Chivas en el estadio Cuauhtémoc.
Usted dirá si esto justifica el hecho de utilizar el helicóptero.
Habrá que ver la bitácora de vuelo de esa aeronave para conocer cómo justificaron el traslado de Ximena quien, dicho sea de paso, se le veía con muy buena salud.
Y así como este viaje, ¿cuántos otros se harán sin que los poblanos tengamos la más mínima idea?
Lamentablemente, la Contraloría estatal no ha mostrado el menor interés de dar seguimiento a todos estas denuncias periodísticas, pese a estar debidamente documentadas. Ni lo mostrará.
La otra verdad de Casa Puebla
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