Más allá de los conflictos naturales que implica la ejecución de cualquier magna obra, desde este momento se prevé un caos vehicular a partir del día en el que inicie operaciones el Metrobús angelopolitano.
Quienes transitan por las zonas que recorrerá este sistema de transporte público, pueden imaginar los problemas que enfrentarán en cuanto se prohíban los giros a la izquierda en toda la ruta que va desde Tlaxcalancingo hasta Chachapa.
Los puntos críticos detectados por especialistas estriban en los cruces de salida en diversas colonias, y la falta de vías alternas para canalizar al transporte público que en teoría no podrá circular sobre las arterias que abarcan el trayecto del Metrobús.
Mención aparte merece la incertidumbre sobre la concesión de este servicio, toda vez que hasta la fecha se desconocen las reglas que fijará el gobierno estatal para definir a la empresa beneficiaria.
El día de hoy, Intolerancia Diario presenta las opiniones de expertos en la materia, quienes coinciden en que el proyecto fue hecho sobre las rodillas, y vaticinan un serio conflicto vial para la Angelópolis.
Sin embargo, no se necesita ser un urbanista, un académico o un arquitecto, para descubrir que el Metrobús va a generar un caos vial de gran magnitud.
Sin el ánimo de ser “catastrofista”, salta a la vista que el proyecto no tiene ni pies ni cabeza, y que en el afán de impactar a los poblanos con la construcción del Metrobús, se perdió de vista la operatividad de un proyecto de gran impacto.
Lamentablemente, el gobierno del estado no tomó en cuenta las opiniones de los urbanistas y académicos que conocen del tema, y tampoco se consultó a los vecinos de las colonias afectadas, como tampoco se le dio voz a los transportistas.
De manera unilateral se inició con un proyecto de “modernización” del transporte, en donde lo menos importantes fueron los ciudadanos.
Y es que cuando se gobierna desde el helicóptero, resulta materialmente imposible entender los problemas viales que padecemos diariamente los poblanos.
Ojalá y todos contáramos con un helicóptero para salir de estas trampas de concreto en las que se convertirán las avenidas de la Angelópolis.
De Insurgentes a Chachapa
Para entender técnicamente las razones que convirtieron al Metrobús de la ciudad de México en un proyecto exitoso, se debe tomar en cuenta que las arterias utilizadas son auténticas troncales que cruzan a esta metrópoli, además éstas cuentan con vialidades paralelas que permiten los cruces obligados por la prohibición de las vueltas a la izquierda.
Pongamos como ejemplo la ruta del Metrobús que recorre toda la Avenida Insurgentes.
1.- Esta vialidad es una auténtica troncal, debido a que recorre de sur a norte toda la capital mexicana.
2.- En Insurgentes se retiraron todas las rutas del transporte y se instalaron rutas auxiliares de microbuses en las cercanías de las estaciones del Metrobús.
3.- La avenida de los Insurgentes cuenta en su totalidad con tres carriles como mínimo, lo cual permitió dejar dos libres para el tránsito general.
4.- Por último, en toda la ruta existen opciones prácticas para lograr cruzar Insurgentes, al haberse suprimido las vueltas a la izquierda.
En contraposición, veamos estos mismos puntos en la ruta del Metrobús de Puebla.
1.- La ruta Chachapa-Cuautlancingo no es una troncal, ya que su trazo irregular no cruza la ciudad y sufre una serie de cambios de dirección sin cruzar puntos cardinales.
2.- Retirar las rutas del transporte público resulta prácticamente imposible sin provocar otros conflictos viales, toda vez que las dos salidas de la ciudad que comprenden este trayecto (federal a Atlixco y federal a Tehuacán) no cuentan con vías alternas para los microbuses que se dirijan a decenas de poblaciones.
3.- A diferencia de Insurgentes, en la ruta de Puebla son varios los tramos en donde sólo existen dos carriles y en la 10 Poniente sólo uno, lo cual —por obvias razones— provocará graves problemas de circulación.
4.- Son muchas las zonas en donde es imposible encontrar calles que permitan cruzar la ruta del Metrobús, entre ellas La Paz, San José Vista Hermosa, Estrellas del Sur y muchas más, las cuales se convertirán en auténticos laberintos sin salida para sus habitantes.
Con estas simples comparaciones, resulta fácil entender las diferencias entre el Metrobús de la ciudad de México con el de la Angelópolis.
De ahí que el proyecto del Metrobús sea una “bomba de tiempo” para los poblanos.
¡Ya lo verán!
La bomba de tiempo morenovallista
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