La probable violación del amparo que la justicia federal otorgó en favor de Inmobiliaria Hena respecto al predio de Valle Fantástico, podría traer serias consecuencias legales contra el gobernador Moreno Valle, quien podría ser enjuiciado por desacato a un ordenamiento judicial.
El día de ayer un grupo de peritos intentó corroborar las modificaciones que ha sufrido el predio, en el cual se trabaja a marchas forzadas para terminar el Parque Metropolitano.
Para nadie en Puebla es un secreto que en el terreno que albergó al frustrado parque de diversiones se han realizado obras para terminar el proyecto anunciado con bombo y platillos por el gobernador Moreno Valle.
No se puede tapar el sol con un dedo.
Las suspensión otorgada por el juez federal no ha sido respetada, y la violación legal es evidente.
No hay que olvidar que fue precisamente un acto de desacato a un ordenamiento judicial el que originó en su momento el juicio de desafuero en contra de Andrés Manuel López Obrador.
Recordemos lo sucedido en 2004 con el famoso predio de El Encino.
En el año 2000 Rosario Robles decretó la expropiación del terreno conocido como El Encino, ubicado en la zona de Santa Fe, lo cual provocó que el propietario del predio promoviera un amparo en contra del decreto expropiatorio, del cual se derivó una suspensión provisional —que culminó en una suspensión definitiva—, mediante la cual se ordenó que el terreno no sufriera afectaciones físicas, mientras no se resolviera el fondo del asunto.
En plena vigencia de la suspensión, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició la construcción de una carretera que atravesaba el predio en litigio violando flagrantemente un ordenamiento de un juzgado federal e incurriendo en un hecho ilícito que originó el proceso de desafuero en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal.
El resto de la historia terminó con la politización del proceso en el Congreso federal, en donde lo menos importante fue el predio de El Encino, sino la guerra mediática contra el aspirante presidencial.
Retomando el caso de Valle Fantástico, es innegable que en el terreno se están realizando obras que violan la suspensión ordenada por el juez federal, y aunque el día de ayer el gobierno estatal logró evitar que se realizara la inspección ordenada por el juez de distrito, será cuestión de días para que se verifiquen las modificaciones al predio.
De esta forma podría tipificarse el desacato al ordenamiento judicial de parte del gobierno morenovallista, con las consecuencias legales que esto implica.
O acaso ¿Moreno Valle quiere seguir el mismo camino de López Obrador?
Veremos y diremos.
El pacto de Los Fuertes
Un secreto a voces circula entre la clase política de Puebla. Con insistencia se habla del pacto signado en Casa Puebla con la dirigencia del PRI estatal.
Según se menciona, el acuerdo garantiza el triunfo en Puebla de Enrique Peña Nieto, la derrota del PRI en el Senado y la división de diputaciones para azules y tricolores.
Dentro de esta “negociación” se habla que para el PRI están garantizados los distritos de Zacatlán, Huauchinango, Teziutlán, San Martín Texmelucan, Izúcar de Matamoros y para el PAN serán los de Cholula, Tehuacán, Ciudad Serdán, Tepeaca, Atlixco y cuando menos dos de la ciudad —los de Néstor Gordillo y Blanca Jiménez—; el resto de estos quedarán abiertos para permitir que Nueva Alianza se despache con una buena carretada de votos aunque sin ganar ningún distrito.
Que con este acuerdo, el gobernador cumplirá su palabra con Peña Nieto, marcará a Blanca Alcalá con una derrota, le dará a Calderón la senaduría de Javier Lozano y aportará los votos que oxigenen al partido de la maestra Elba Esther.
Y aunque parece un reto para el mejor de los alquimistas, Moreno Valle apuesta así a quedar bien con dios y con el diablo.
Por eso es que no me sorprendió le reclinada postura de Fernando Morales cuando se le cuestionó si denunciaría al gobierno del estado por la reunión partidista realizada en Casa Aguayo.
El pacto está cerrado y él forma parte del mismo.
El fantasma de El Encino

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