Segunda llamada, segunda. Este es el llamado que han escuchado los tres principales candidatos a la Presidencia de la República (Andrés Manuel, Josefina y Enrique) para meterse de lleno, apresurar el paso y acelerar a fondo sus campañas electorales. Del “ciudadano” Quadri mejor ni hablo: el intelectual orgánico, como muchos otros, sabe que lo utiliza la maestra y le gusta; lo volvimos a ver haciendo su show en la Universidad Autónoma de Querétaro.
Ya han pasado el 1, 5, 10, 15. Lo que falta del mes de mayo deberá ser aprovechado al máximo por los aspirantes. Ahora sí tendrán que “echarle todos los kilos” en su disputa por el poder. La segunda etapa deberá tomar más color, deberá ser más disputada y las diferencias políticas tienen que ser de fondo.
Eso que viene repitiendo Peña Nieto, de que no le entrara a las descalificaciones, demuestra sus miedos. Eso de “¡por favor!, no me ataquen!” son actitudes de los temerosos. En una disputa electoral se debate, es una guerra política en donde no caben las delicadezas.
Nadie desconoce que sus asesores le han dicho que va adelante en las sospechosas encuestas, por lo que no debe salirse del guión ni un ápice. Y como todo lo ha memorizado, más no comprendido, lo repite tal cual. No trae nada, no hay sustancia, no aporta algo nuevo o diferente, simple y llanamente se dedica a exponer lo memorizado.
Quiere llegar a finales de mayo con los mismos números y presuntamente con la misma tendencia de puntero en estas elecciones. Algunos medios de comunicación nacional buscan seguir manipulando el imaginario colectivo, para hacerlo ver como un hombre invencible al que nada le pasa.
Las encuestas nos están escondiendo muchas cosas, la opinión pública que ayer contestaba de manera sana, lo ha dejado de hacer hoy, y muchos de los ciudadanos no son los mismos a quienes encuestaron. Los intereses se han impuesto para negarnos la verdad, lo cierto es que seguirá siendo una disputa de tres y que poco a poco se cerrará entre el candidato del PRI y López Obrador.
La candidata de la derecha, Josefina Vázquez Mota, ha empezado a apretar tuercas en su partido y sus discursos están siendo más directos. Corrupción y delincuencia parecen ser sus armas favoritas, pero dudo que le alcancen para poder diferenciarse del PRI.
Aunque su estructura opera y trabaja en todo el país, más lo hacen las delegaciones federales para inclinar el voto hacia la señora. En sus spots y eventos de campaña no pela al “Peje” para simular que la pelea es de dos, pero sus grandes altibajos siguen siendo los fracasos del actual régimen calderonista.
López Obrador sigue en campaña, “puebleando” y denunciando las perversas alianzas que hacen PRI o el PAN con la maestra Elba Esther Gordillo. Sus eventos en las diferentes universidades han sido buenos, no le ha ido nada mal, ha recobrado una presencia interesante, más en las instituciones privadas. En la región norte del país, su relación con algunos empresarios ha rendido frutos y la opción que representa ha crecido entre los sectores de una clase media y alta. Muchos grupos sociales y sindicatos hacen actividad en silencio.
Sus discursos son de fondo, aunque los medios los minimicen. Su campaña publicitaria está bien diseñada. Las estructuras de los tres partidos que apoyan su candidatura, más el trabajo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aportan cada una lo suyo.
Por eso es falso que digan que López Obrador no crece, que sigue estancado. A la gente podrán decirle de todo, pero no son ningunos tontos, no le gusta les tomen el pelo y se dan cuenta que buscan “bajar” al aspirante de las izquierdas.
Eso del “voto útil” es válido. Es hoy o nunca. Los ciudadanos deben dejar de lado su rollo de siempre: los que ayer votaban por el PAN o el PRI, deben hacerlo por la izquierda, no hay de otra.
Bueno, hasta aquí vamos bien. Muchos grupos sociales, empresariales, académicos, chavos, mujeres, sindicatos y campesinos, nuevamente se han reagrupado y otros se han reencontrado para buscar por fin una salida digna y justa para los mexicanos, es decir, la vía que representa Andrés Manuel.
Peña Nieto tiene el apoyo de los monopolios televisivos, de los grupos de poder financiero, del corporativismo social, de los cacicazgos que gobiernan en varias entidades, de personajes muy cuestionados y de una estructura partidaria dura, rancia y autoritaria.
La señora Vázquez Mota sigue contando con el apoyo del poder en turno, de los grupos de facto de la derecha, de los sectores conservadores, de algunos empresarios que se han beneficiado de los gobiernos blanquiazules y con la estructura de un partido divido en clases sociales y grupos de poder.
Por lo anterior, me atrevo a decir que a estas alturas del juego los priistas con todas sus encuestas en mano. No pueden afirmar que tienen el triunfo en la bolsa, no tienen ningún argumento que lo compruebe por una simple razón política: los poderes fácticos y económicos del país no han cantado la última palabra. Más aún, los centros pensantes e influyentes del país vecino no han tomado una decisión y tampoco han dicho que Peña Nieto los convence.
Sólo comentaré dos cosas sobre los chavos: el video que han empezado a difundir los jóvenes de la Ibero es una muestra de dignidad y libertad en contra del pensamiento único y autoritario.
La siguiente es simple: el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo tuvo que dejar en libertad a varios de los estudiantes detenidos, por una simple razón: hay elecciones y no quieren que nada empañe la campaña de su candidato. Si por ellos fuera, los universitarios hubiesen sido condenados por motín y secuestro, como siempre.