Empezó la guerra de denuncias entre los aspirantes a un cargo de elección popular. Exactamente a la mitad del proceso electoral, los candidatos se ponen las pilas y, aunque algunos lo nieguen, la publicación de encuestas en distintos medios de comunicación —e incluso las propias— los tienen nerviosos, preocupados y casos excepcionales, felices.
Durante el fin de semana los distintos partidos políticos en Puebla se dedicaron a vigilar a sus adversarios, a fin de encontrar el pretexto perfecto para este lunes buscar los reflectores de la prensa e intentar posicionarse de alguna u otra forma.
Es evidente que no hay nada escrito. En Puebla capital menos que en cualquier lado, pues las fuerzas políticas en los cuatro distritos empiezan a poner toda su carne en el asador. Pese a la evidente ventaja a nivel nacional del candidato presidencial Enrique Peña Nieto, la realidad es que el PRI no tiene asegurados los escaños y el distrito 9 ya lo da por perdido con la “Chica musical” Graciela Osorio como representante.
En el 12, Pablo Fernández del Campo denunció por segunda ocasión al panista Néstor Gordillo por la presunta utilización de automóviles oficiales. El exlegislador local está consciente de que se enfrenta no al extitular de Desarrollo Social, sino a una de las posiciones de Rafael Moreno Valle.
Faltan poco más de 50 días para que concluya el proceso electoral y pareciera que apenas inició. A partir de ahora los discursos y declaraciones se tornarán en denuncias y descalificaciones. Las propuestas reales y los “cómo” seguirán ausentes. Prepárese que esto se tornará aún más aburrido.
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