La visita a Puebla de la candidata panista Josefina Vázquez Mota dejó en evidencia la indudable caída de la exsecretaria de Educación Pública. Hagan lo que hagan nada más no sube. Aunque aún haya panistas que se niegan a reconocerlo, el tercer lugar que ocupa la mal denominada “Jefa” es irreversible y en cada acto proselitista queda mal en algo.
Ayer, en el evento que se llevó a cabo en el salón Country ubicado en la colonia San Manuel, por cierto lugar que se caracteriza por ser sede de los actos políticos del Revolucionario Institucional, los candidatos no pelearon sentarse en la mesa principal pues ahora la estrategia local es estar lo más lejos de su presidenciable para que no los lleve al baile.
Dicen los que saben que el desayuno con 5 mil mujeres estaba programado para llevarse a cabo en el Centro Mexicano Libanés según órdenes del equipo de campaña de Vázquez Mota, sin embargo los operadores en Puebla le negaron su solicitud por el alto costo económico que éste representaba pues ante el desplome de la candidata en Puebla no pretenden gastar un peso más en una derrota anunciada.
Resulta que en el Libanés el presupuesto para el desayuno político, era más de 200 mil pesos sólo de lonas, mesas y sillas —sin el costo por platillo— y como la situación no es alentadora optaron por un lugar donde cupieran las distinguidas invitadas, pero que representara un gasto de menos de 50 mil pesos.
Los operadores del PAN en Puebla, los reales, los que manejan el recurso, solicitaron que ésta sea la última visita de Josefina Vázquez Mota, pues no están dispuestos a seguir tirando el dinero a la basura. Si no me cree, pregúntele a los candidatos a diputados federales, que de eso piden su limosna, que la “Jefa” ya no venga.