La inventiva electoral del gobierno estatal provocó que el Crédito a la Palabra terminara convertido en un burdo operativo para llevar votos en favor de Acción Nacional.
El reportaje principal de Intolerancia Diario nos revela la forma en la que se promovió el voto en favor de los candidatos del PAN, a cambio del cheque de mil pesos del llamado Crédito a la Palabra para la Mujer Emprendedora.
Fue el reportero Jorge Castillo quien recabó los testimonios de muchas de las mujeres que asistieron el día de ayer a la ceremonia de entrega de recursos públicos, bajo la figura del Crédito a la Palabra.
Sin duda, esta acción del gobierno morenovallista debiera ser motivo de una denuncia ante la Fepade, por entregar recursos públicos a sólo cuatro días de la elección federal. Lamentablemente, las dirigencias del PRI y del PRD han hecho caso omiso a todas estas irregularidades de los funcionarios estatales, pese a las pruebas que diversos medios de comunicación han aportado para certificar innumerables ilícitos electorales.
No hay que olvidar que desde los tiempos del viejo PRI, el uso de recursos públicos a través de programas federales fue el modus operandi de la movilización del voto tricolor, sin embargo todas esas entregas de tinacos, cemento, despensas y recursos de los diversos programas se realizaban de manera clandestina evitando los linchamientos mediáticos.
A diferencia de los mapaches priistas, ahora la administración morenovallista decidió entregar dinero público en una ceremonia oficial, con el pretexto del Crédito a la Palabra a la Mujer Emprendedora.
Es evidente que si incurren en estas prácticas ilegales se debe a que la oposición en Puebla simplemente no existe.
Habrá que ver si después del resultado electoral del próximo domingo, los priistas —con el virtual triunfo de Enrique Peña Nieto— se arman de valor y asumen la posición que teóricamente debieran haber tomado desde el día en que perdieron la gubernatura.
Veremos y diremos.

Y terminaron las campañas
Mucho me han preguntado sobre mi pronóstico para el próximo domingo. Sin dudarlo, he dicho que Enrique Peña Nieto ganará con 10 puntos de ventaja, lo cual implica una diferencia superior a los 5 millones de votos con relación al segundo lugar que ocupará Andrés Manuel López Obrador, y de más de 7 millones por encima de Josefina Vázquez Mota.
Debo decir que entiendo perfectamente el escepticismo de los seguidores de AMLO, quienes tienen una percepción muy distinta del resultado de los estudios demoscópicos, los cuales no concuerdan con las encuestas que ellos realizan entre su círculo cercano. Es natural que la percepción de muchos de los apasionados seguidores del candidato de las izquierdas sea diametralmente opuesta al resultado del próximo domingo; sin embargo, el voto real nada tiene que ver con lo que sucede en las plazas públicas, ni con lo que se difunde a través de las redes sociales.
Conociendo las técnicas que las encuestadoras serias utilizan para vaticinar resultados electorales, me queda claro que la moneda dejó de estar en el aire y que está cayó con los colores del PRI hacia arriba.
No es casualidad que a las encuestas políticas también se les defina como: Periodismo de Precisión.
Ya lo verán.