Una vez concluido el proceso electoral federal, arrancó la pugna por la alcaldía local, misma que desató una oleada de especulaciones respecto a los posibles candidatos tanto del PRI como de Acción Nacional.
Sin embargo, más allá de los nombres barajados en las columnas periodísticas, reviste un interés especial la declaración de Fernando Manzanilla respecto a una nueva posible alianza entre el PAN y el PRD.
A simple vista, la liga de los dos partidos más importantes de los que conformaron la alianza Compromiso por Puebla parece entendible, sabiendo que el candidato del morenovallismo requiere la fortaleza de esas dos fuerzas políticas para enfrentar al que sea designado como abanderado tricolor, el cual seguramente contará con el respaldo del poder presidencial. Sin embargo, el verdadero motivo de la posible alianza del PAN con el PRD está centrado en romper los candados blanquiazules, los cuales en este momento son el principal obstáculo para que el gobernador pueda imponer a su candidato. Para nadie es un secreto que los panistas viven en un total desencanto hacia el gobernador Moreno Valle, a quien tachan de traidor por relegar a todas sus figuras de los puestos importantes de la administración, además de haber operado en favor del PRI muchos de los distritos en la pasada elección federal.
En esa lógica, es de esperarse que al ser el único bastión que le queda al panismo poblano el de la capital del estado, el Yunque esté dispuesto a todo con tal de evitar que sea un morenovallista el candidato a la alcaldía. Hasta hoy los números del panismo en la capital favorecen a la ultraderecha, lo cual pone en serios aprietos al gobernador para imponer a su candidato, sea Fernando Manzanilla, Jorge Aguilar Chedraui o cualquier otro.
De ahí que la perversidad política del morenovallismo los haya hecho pensar en la necesidad de concretar una alianza entre el PAN y el PRD, para evitar que la asamblea municipal pueda bloquear al candidato del gobernador.
Me explico.
De acuerdo con los estatutos de Acción Nacional, la forma en que se designa al candidato a la alcaldía es a través de una asamblea municipal, la cual es dominada con claridad por el Yunque. En este escenario, le sería prácticamente imposible al gobernador imponer a su candidato, lo que no está en los planes del Señor de Los Cerros.
Para evitar cualquier eventualidad, el morenovallismo buscará a toda costa concretar una alianza de partidos con el fin de prevenir la realización de la asamblea municipal panista, otorgándole al Comité Ejecutivo Nacional la facultad de designar de manera directa a su candidato justificando la acción con la alianza partidista.
De esta forma, el gobernador lograría imponer a su candidato, y de paso le daría un enorme potencial electoral sumando al voto duro panista el poderío del voto ciudadano que hoy tiene el PRD.
Sólo falta saber si el CEN azul está dispuesto a confiar nuevamente en Moreno Valle, pese a todo lo que les ha demostrado, y que el PRD esté de acuerdo en depositar su nuevo capital político que los colocó en la mejor posición electoral de su historia en Puebla.
Sólo el tiempo nos resolverá estas incógnitas.
Veremos y diremos.