Hoy domingo conoceremos los pasos siguientes que dará Andrés Manuel López Obrador, oídos y ojos de la clase política del pri, conjuntamente con los principales jefes de las tribus perredistas estarán muy atentos de lo que dirá y asumirá López Obrador ante sus seguidores.

Para medio entender o tratar de interpretar lo que viene, queda claro que el principal líder político de las izquierdas en México, conjuntamente con su círculo más cercano y de confianza, han trazado su ruta crítica para estos momentos, bajo las propias circunstancias políticas que se viven en el país. Por supuesto que López Obrador no repetirá los mismos errores del 2006, sus acciones después del 1 de julio así lo demuestran.

Sus decisiones, que asumirá ante un zócalo seguramente lleno en la capital del país, tendrán sobretodo dos destinatarios, por todos los mensajes cifrados que han circulado en las últimas horas y a diferencia de lo dicho por Jesús Zambrano y Luis Miguel Barbosa Huerta, en su llamada “cumbre”, López Obrador no reconocerá la decisión del Tribunal Electoral. Del mismo modo, consultará a los miles de integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional sobre el proceso para construir un nuevo partido de izquierda a nivel nacional.

Aquellos que daban por muerto a López Obrador se equivocaron, sigue “vivito y coleando”, y sus estrategias serán más audaces que las tomadas por los dirigentes nacionales del prd. No repetirá los pasos dados por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (1989), si funda un partido político, no será con el registro del prd, pt o Movimiento Ciudadano, lo hará desde abajo y sin vicios de origen, para evitar el control de corrientes internas que terminaron por destruir al partido del Sol Azteca.

No hay que hacernos patos, tampoco hay que darle muchas vueltas al asunto, el movimiento lópezobradorista conoce muy bien a las principales burocracias del prd, con ellos ha tenido “broncas” y diferencias de fondo, sus desconfianzas son insalvables, por eso ha decidido la ruptura, aunque traten de esconderla. También conoce al dueño del pt, Alberto Anaya, con él no tienen diferencias, pero difícilmente Anaya dejará que le quiten el control de su franquicia partidaria, lo mismo que a Dante Delgado Rannauro, dueño del partido naranja, quién por nada del mundo aceptará quedarse sin partido.

Los mensajes políticos enviados por los “Chuchos” antes de la concentración de esté domingo por parte de las huestes pejistas fueron: convocar a una cumbre de dirigentes nacionales, jefes de plaza, gobernadores, senadores y diputados federales. Obvio, andan “saque de onda”, preocupados y quieren aminorar los efectos políticos de dicha separación anunciada. Jesús Zambrano, según datos de la prensa, les comentó que el excandidato presidencial, llamaría a formar un nuevo partido político.

Es más, han definido su postura política y Nueva Izquierda, Izquierda Democrática Nacional, Foro Nuevo Sol y “Marcelos” entre otros, sin sostenerlo, cantaron que Enrique Peña Nieto es presidente electo porque la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es inatacable. Incluso el senador, Miguel Barbosa Huerta, dijo que el primero de diciembre no se impedirá que el mexiquense tome posesión en la Cámara de Diputados.

Zambrano, Barbosa, Alejandro Sánchez, Silvano Aureoles, Miguel Alonso Raya, Eloi Vázquez, Dolores Padierna, René Bejarano, Alejandro Encinas, Manuel Camacho; junto a los gobernadores, Ángel Aguirre y Gabino Cué, y los electos Arturo Núñez y Graco Ramírez, así como el próximo jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, avalaron la elección presidencial. Situación que les ha merecido aplausos y beneplácito del pri. Ahora sólo falta que se reúnan los gobernadores con Peña Nieto, que por los buenos oficios de Barbosa Huerta, deberá ser de inmediato.

Nada de que sorprenderse, así es la vida en los partidos políticos, priorizan sus intereses para seguir existiendo. En el 2006 hicieron lo mismo, sólo que con Felipe Calderón Hinojosa. Por un lado, López Obrador se asumió como el presidente legitimo y por el otro, en secrecía, los jefes amarillos, gobernadores y legisladores hablaban con el panista. Los argumentos fueron los mismos y también el “rollo” de las negociaciones sobre las partidas presupuestales hacia sus gobiernos.

¿Cuál izquierda en México?, ¿cuáles lealtades?, ¿cuáles principios? Nada, todo es pragmatismo electoral. En el 2006 sucedió igual, muchos diputados, muchos senadores y fueron la segunda fuerza partidaria. Jesús Ortega, dirigente nacional; Carlos Navarrete, coordinador en el Senado; y hoy, lo mismo, Jesús Zambrano, dirigente nacional del prd y Luis Miguel Barbosa Huerta, coordinador de los senadores. Caminan igual, hablan igual y actúan igual.

Si hace seis años, cuando muchas voces pedían a los “Chuchos” separarse y deslindarse de las acciones “radicales” de Andrés Manuel López Obrador; en estos momentos, por fin, y sin que nadie se los pida, tal vez el divorcio es inevitable para las dos presuntas izquierdas.

En el prd no viven ninguna crisis interna, sus grupos de presión se reacomodan, todos sobreviven muy bien, no hacen ninguna reflexión de nada, no encabezan ningún movimiento social, valores no tienen, la unidad es en torno a sus cuotas de poder y las ideas políticas se han alejado por completo de su vida orgánica.

Está izquierda sigue engañando a los ciudadanos, es demagógica, se niega a renovarse y no quiere reconstruirse, son los mismos grupos de poder que la han secuestrado, hacen del prd su patrimonio y nada nuevo proponen para la sociedad. Su modelo de partido se agotó.

Me negaría aventurar si el nuevo partido que se conformará con los seguidores de Morena, sería la izquierda que necesita esté país.

Por lo pronto el proceso que llevarán a cabo los afiliados al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tendrá que dar resultados, deberán mostrar su capacidad de organización y lo que construyeron durante la pasada elección presidencial. Según dicen, sus 150 mil operadores del cambio, más sus miles y miles de comités en todo el país, tendrán qué hacer del 12 de septiembre al 24 de octubre asambleas estatales o distritales para hablar sobre su proyecto; después 125 mil delegados discutirán declaración de principios, estatutos y programa de acción, y para finales de noviembre llevarán a cabo un congreso nacional, para entonces estaremos presenciando el nacimiento de una nueva formación de izquierda.

Después vendrá la ruta legal que deberán seguir, en cumplimiento de lo que ordena el Código de Procedimientos Electorales y el propio ife. Tareas muy grandes que requerirán de mucho esfuerzo y recursos económicos para el propio movimiento.

Si los anteriores escenarios se dan, el círculo rojo del “caudillo” habrá tomado decisiones inteligentes, puesto que se saldrán de la presunta trampa del pri, que los quiere ver desgastándose en movilizaciones y resistencias pacíficas. Andrés Manuel le dará vuelta, llamará a la conformación de un nuevo partido y en consecuencia desconocerá a Enrique Peña Nieto, para que quede constancia de su congruencia.

Andrés Manuel López Obrador quiere mantener el movimiento para “cambiar al país”. También ha sostenido que: “El objetivo superior es cambiar al país”, o explica: “Cuando me dicen qué es Morena, trato de sintetizarlo diciendo que es organización, defensa del pueblo y de la nación”; y finalmente asegura: “No a la violencia, todo es por las vías políticas.”

Tal vez forme un frente social con el movimiento juvenil “Yo soy 132”, con los sindicatos y con otras organizaciones campesinas, los jóvenes que hoy se manifiestan, mañana posiblemente “jalarán” con su organización partidaria.