Nuestro futbol se está pudriendo. Los resultados no indican que nuestros equipos de la majestuosa Liga MX sean verdaderamente competitivos, como aseguran los amanuenses, jilgueros, comentaristas y limpiabotas de Televisa y TV Azteca. Ese cuento de que cualquiera le puede ganar a cualquiera es un cuento chino, producto de la mediocridad y poca calidad de los protagonistas de la Liga MX.
Los marcadores del fin de semana reiteran que nuestros equipos no avanzan; por el contrario, van en retroceso. Ejemplos salen sobrando. El encuentro entre Gallos-Santos refleja que el equipo de la Comarca Lagunera no logra consolidar ese buen momento que dicen tiene. Salir con un punto de La Corregidora no significa que Querétaro haya dado un gran partido, pero sí muestra que el equipo de Benjamín Galindo se desinfla a la primera.
Los aficionados que colmaron hasta las lámparas “El Volcán” para ver ganar a sus Tigres se llevaron una decepción porque el conjunto de Ricardo Ferreti viene de más a menos y no puede enderezar el camino. Las derrotas por idéntico marcador ante Chivas en el Omnilife la noche del 2 de octubre y la del sábado con La Franja consolidan la versión de que las figuras que comanda Lucas Lobos no se encuentran, aunque la victoria de los Camoteros no se puede minimizar.
Puebla, a pesar de ser un equipo limitado, es un conjunto balanceado que comienza a jugar de acuerdo con el orden y la entrega, principios básicos de Daniel Guzmán. “El Travieso” deberá confirmar ante las poderosas Águilas del América que va a la alza. El duelo del próximo domingo 24 en el mundialista Cuauhtémoc estará lleno de pasión. Lamentablemente, el equipo de Televisa jugará como en el Azteca porque su afición se adueñará de los más de 44 mil asientos del Cuauhtémoc, con todo y el costoso incremento que tendrán las localidades.
El Clásico fue un juego regular a secas
Ni la pasión de los aficionados de Águilas y Chivas logró borrar de la cancha la irregularidad, los errores y la negligencia de más de cinco jugadores. La goleada de 1-3 fue justa porque los del Rebaño Sagrado aprovecharon las oportunidades y porque el trabajo a futuro que realiza John Van’t Schip poco a poco se muestra en la cancha, aunque los comentaristas de Televisa y TV Azteca mantengan su campaña desestabilizadora y de “mala leche”.
En el balompié inglés, español, italiano y alemán la irregularidad no existe; esas ligas europeas cada fin de semana derrochan calidad y no hay sorpresas cada jornada, como ocurre en nuestro futbol que verdaderamente es de primera necesidad.
El futbol mexicano es la antítesis del inglés, español, italiano y alemán
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