Lo dicho, a la actual administración estatal le falta sensibilidad humana, la cual va más allá de las grandes obras y los macro eventos que ponen a Puebla en los ojos de todo el país.
Los pequeños detalles son los que hacen la diferencia y este día el reportero Jorge Castillo pone el dedo en la llaga con el cierre de la escuela para sordos, la cual dejó de prestar sus servicios en la entidad, luego de que el gobierno del estado se negó a apoyar a esta asociación civil con 7 mil pesos y aparatos que necesitaba para continuar con sus servicios.
La remodelación de Casa Puebla costó 60 millones de pesos, de los cuales se pudieron haber canalizado 84 mil pesos para pagar un año de rentas en atención a estos grupos vulnerables. Si la remodelación de Casa Puebla puede parecer un exceso, basta con recordar que los 2 helicópteros Agusta, en los que se transporta el gobernador, tuvieron un costo en su conjunto de 11 millones de dólares, los cual da un monto cercano a los 140 millones de pesos, los cuales si se suman al mantenimiento da una cifra superior a los 150 millones.
La administración estatal también se gasta cerca de 86 millones de pesos en contratos de televisión para que la figura del gobernador tenga un alcance nacional e internacional. Por si algo faltara, el gasto en eventos como el 5 de mayo y el 15 de septiembre en artistas como Chayanne, Marck Anthony, Paulina Rubio y Pablo Montero rebasa por mucho lo que se pudo destinar como apoyo financiero a una escuela como la de sordos, que tuvo que buscar recursos en el zócalo de la ciudad y en el jardín del Carmen.
Ahora viene el Teletón y —sin contar los millones que se gastaron en el promer año de la gestión morenovallista— seguramente será insultante la cantidad de recursos que se darán en apoyo a la causa de Televisa y sólo para salir en el “Canal de la estrellas” y continuar con la promoción.
En el extremo de los caprichos, se pretende construir un teleférico de Los Fuertes al bulevar 5 de Mayo y una gigantesca rueda de la fortuna como si fueran prioridades, pero no pudo darse un apoyo para la escuela para sordos.
Ni duda cabe que para esta administración lo que no da reflectores, simple y sencillamente no existe y éste, fue el desafortunado caso de esta humilde escuela, la cual simplemente no contó con la suerte de ser madiáticamente vendible para el gobernador. Ni hablar, la falta de calidad humana en la persona del gobernador es tan evidente, como su debilidad por los eventos superfluos.
Es el precio de tener gobernantes que nacieron en cuna de oro y entre sábanas de seda.

Dos palomeados más para el IEE
Dentro de la auténtica simulación que hoy se vive para la renovación del Instituto Electoral de Puebla le doy el nombre de dos personajes más que se presume están palomeados para llegar a ser consejeros.
El primero de ellos es Juan Pablo Mirón, cuyo hermano es yerno del exgobernador Melquiades Morales Flores y quien se desempeña como secretario particular del titular de la SEP, Luis Maldonado Vengas.
Al parecer la mano de su jefe ha comenzado a pesar para que Juan Pablo se ubique los próximos 6 años como consejero del Instituto Electoral del Estado, por supuesto que con todo el apoyo de Casa Puebla. Por cierto, a Mirón se le practicó un procedimiento administrativo en el proceso electoral de 2010 debido a que el señor se llevó un paquete electoral con todo y boletas a su casa.
Esos son los prospectos que quieren llevar al nuevo IEE.
Otro al que el dedo divino lo tocó es Vicente Avendaño Fernández, recomendación del titular de la Secretaría de Asuntos Jurídicos, José Montiel. A ambos les armaron y revisaron sus expedientes, para que los levantadedos poblanos aprueben en el pleno su nombramiento como consejeros electorales.
Anote estos dos nombres que hoy le adelanto como cuota de Casa Puebla, en donde algunos miembros del gabinete han metido la mano, el codo y hasta el hombro para tener su propia cuota dentro de la renovación del órgano electoral en el estado.
Lo que el Congreso realiza es pura y simple simulación. Y si no, al tiempo.