Nadie deberá sorprenderse cuando aparezca algún diligente diputado presentando la iniciativa de la Ley General de Medios, misma que se encuentra en proceso de elaboración, a iniciativa del propio vocero Sergio Ramírez Robles quien cuenta con el aval de Ernesto Villanueva, que funge como presidente de la tristemente célebre Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex), para darle “legitimidad” a dicha propuesta legislativa.
Hay que recordar que esta fundación fue inventada por el dueño del periódico Síntesis, Armando Prida Huerta, quien irónicamente demandó a tres periodistas poblanos —incluido este columnista— pese a que en ese entonces presidía la fundación encargada de defender la libertad de expresión.
El domingo pasado un oportuno artículo firmado por la articulista Manola Álvarez desnuda las negras intenciones del vocero gubernamental, quien se reunió con Prida y Villanueva minutos antes de que este último, en su calidad de presidente de la citada Fundalex, ofreciera una conferencia con el fin de provocar la necesidad de crear una Ley General de Medios.
Si bien es cierto que Ernesto Villanueva se mostró como un paladín de la libertad de expresión, también lo es que después de su perorata manifestó su inquietud por la creación de una nueva ley, la cual fue planteada minutos antes en una reunión privada por el propio vocero.
Sin duda, en su revelador artículo, Manola Álvarez descubre este macabro complot, el cual no tiene otro objetivo que intentar regular el ejercicio periodístico, a través de una legislatura a todas luces inconstitucional.
Para quienes puedan tener dudas de las turbias intenciones del incondicional de Prida en la Fundalex basta con leer sus propias declaraciones:

“Para evitar la mentira, la calumnia y la difamación entre las autoridades y los medios de comunicación, es necesaria una Ley General de Medios que regule los contenidos en medios de comunicación y con ello el estado de Puebla sea pionero en la materia, advirtió el coordinador del área de Derecho de la Información del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión.” (Síntesis, 26-10-2012).

Aunque usted no lo crea, eso dijo Ernesto Villanueva, quien se ostenta como el supuesto defensor de la libertad de expresión.
¡Vaya ombudsman!
Ahora resulta que necesitamos una Ley General de Medios para que venga a regular los contenidos de los medios de comunicación olvidando que la libertad de expresión es un derecho inviolable, garantizado en nuestra Carta Magna. No cabe duda que el señor Villanueva atenta contra la inteligencia de los periodistas poblanos cuando asegura que una ley para regular los contenidos de los medios representa un avance en la materia.
Es de no creerse.
Según el presidente de la Fundación de la Libertad de Expresión, una ley que regule el contenido de los medios de comunicación en Puebla nos convertirá en pioneros en la materia.
Si esto lo dijera el director de Comunicación entendería perfectamente que lo hace en defensa de los intereses del gobierno. Pero viniendo del supuesto defensor de los derechos de los periodistas, no me queda más que confirmar que es un simple empleado del señor Armando Prida, quien mantiene una estrecha relación con el Señor de los Cerros.
Con estas evidencias no cabe duda que a la Fundalex le urge un cambio de nombre, ahora debería llamarse Fundación para Controlar la Libertad de Expresión (Fundacolex).
Espero me inviten como padrino al rebautizo.