Un dispendio total la renta de 30 camionetas de lujo blindadas, el pago ostentoso del hospedaje y cena de procuradores —un insultó para un agente ministerial, que gana poco más de 6 mil pesos al mes— con la presencia de 28 procuradores de Justicia del país, fue una de las primeras despedidas a la procuradora general de la República, Marisela Morales, a menos de un mes de que entregue la estafeta al nuevo relevo que llega dentro de la administración de Enrique Peña Nieto como presidente de la República.
La carta enviada a esta columna no tiene pierde. Quienes la enviaron notaron los gastos excesivos para una reunión de procuradores donde se anotaron acuerdos que tienen vigencia de menos de 30 días. Un acuerdo que se firmó en un estado donde la corporación de la Policía Ministerial del Estado (PME) es de las más peor pagadas en el país y donde se presume que este es de los “estados más seguros”.
Justo el sábado, cuando se cerraban acuerdos de la fastuosa reunión que atrajo la presencia de todas las policías del país, en la junta auxiliar de San Pedro Zacachimalpa apareció un hombre ejecutado de al menos cinco impactos de bala y que en las bolsas del pantalón llevaba un cargador abastecido con cartuchos útiles y una “grapa” de cocaína, una especie de señal de quién era el hombre asesinado, aunque su identidad no se conoce.

Ignoraron la muerte de un comandante de la PMP
Justo en las celebraciones, donde los lujos fueron muestra del dispendio de dinero que han negado a policías, los que mantienen a Puebla como un “estado seguro”, se dio la muerte por infarto del comandante de la Policía Ministerial del Estado, Jesús Tlapanco López, con más de 30 años de servicio a la sociedad y de una casta de honestos policías.
Tlapanco López fue uno de los “tocados” por el crimen organizado, que no cedió a sus pretensiones, pese a las amenazas de muerte que incluyeron a su familia. Un comandante que tuvo que salir de la base de Izúcar de Matamoros cuando “Los Zetas” estaban tomando posesiones, que no renunció y siguió trabajando desde la ciudad de Puebla con el mismo valor.
Un comandante que no tuvo el más absoluto reconocimiento de su director, Juan Luis Galán Ruiz —que no puede ser procurador porque es criminólogo y no abogado—, porque además de no dignarse acudir al velorio ni siquiera le mandó un ramo de flores, o por lo menos un mensaje; nada, ni se preocupó y lo mismo pasó con el procurador de Justicia Víctor Antonio Carrancá Bourget.
Tal insulto, porque se trata de un insulto a la Policía poblana, llevó a muchos ministeriales a traer su queja. El hecho de obliguen a agentes ministeriales a trabajar como policías preventivos en la vigilancia de los bancos, para que al mismo tiempo cumplan con sus órdenes de presentación, de investigación y de aprehensión, y además den buenos resultados, algo así como de “chiflar y comer pinole” y que les demuestren sus jefes que no les importan nada más que para “buscar reflectores”, podría llegar a una “huelga silenciosa” donde quienes tendrían que renunciar serían esos mismos directores.
La historia aún no termina.

El correo de los muertos
La adquisición de los chalecos antibalas
“PARA CONOCIMIENTO DE LA SOCIEDAD:
”EL DIRECTOR DE LA POLICÍA MINISTERIAL JUAN LUIS GALÁN Y EL COMANDANTE RAFAEL CORTÉS MEDELLÍN, QUIEN TIENE A CARGO LA DIRECCIÓN DE ASUNTOS METROPOLITANOS, AMBOS LLEGADOS DEL DISTRITO FEDERAL, EN DÍAS PASADOS ADQUIRIERON CHALECOS ANTIBALAS PARA LA POLICÍA MINISTERIAL, PERO DE
FORMA ARBITRARIA, ES DECIR A ELLOS NO LES TOCABA REALIZAR LA ADQUISICIÓN DE ESTOS CHALECOS, TAL FUE LA SITUACION QUE EL DIA QUE LLEGARON LOS CHALECOS ANTIBALAS LA DIRECCIÓN ADMINISTRATIVA SE NEGÓ A FIRMAR DE RECIBIDO POR DICHOS CHALECOS, YA QUE ELLOS NO REALIZARON LA COMPRA Y QUE EL
COSTO DE LOS CHALECOS POR MAYOREO TIENEN UN PRECIO DE 7,800 PESOS, PERO SIN EMBARGO EN LA FACTURA EL PRECIO ES DE 13,200 PESOS.
”POR MEDIO DE ESTA ACCIÓN SE EMBOLSARON UNA MUY BUENA CANTIDAD DE DINERO, YA QUE PARA LA ADQUISIÓN DE BIENES PARA LA PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA SE DEBEN DE REALIZAR POR LA DIRECCIÓN ADMINISTRATIVA, LA CUAL SABRÁ QUÉ PROVEEDOR LE OFRECE MEJOR PRECIO Y MEJOR CALIDAD.
”¿DE ESTO SABRA EL PROCURADOR GENERAL DE JUSTICIA?”

Hasta aquí la carta.
Nos vemos cuando nos veamos.