El debut de Carlos Alberto Poblete en la dirección técnica poblana fue agridulce porque el plantel de los Camoteros es limitado, no cuenta con jugadores que hagan la diferencia y la zaga juega más lento que una abuelita en andadera.
La diosa fortuna acompañó al “Búfalo” a lo largo de su primer encuentro en la Liga MX. El entrenador forjado en México salió del Jalisco con un punto valioso que ayuda a La Franja a mantenerse en el antepenúltimo lugar de la tabla porcentual con un cociente de 1.0833, derivado de 91 puntos sumados de 81 encuentros por arriba de Atlas que suma 0.9524 producto de 80 unidades de 84 partidos y de Gallos, con porcentaje de 0.9167 de 77 puntos y 84 duelos. Carlos Alberto podrá cumplir con la tarea si los bultos que le proporciona la directiva para intentar ganar tienen un momento de lucidez ante Gallos el próximo domingo en el Cuauhtémoc. El equipo de Sergio Bueno vendrá a morirse en la cancha por los conflictos extradeportivos que derivaron en su salida del banquillo técnico poblano antes de la llegada del extraordinario Juan Carlos Osorio, que logró hacer jugar como cracks a futbolistas de medio pelo.
Poblete no es el culpable de los pésimos resultados del Puebla ni de los maletas que dirige. La afición no puede reclamar a Carlos Alberto si el domingo 11 ve perder al equipo de sus amores. Es más, la fanaticada de los Camoteros debe agradecer el gesto de gratitud del exariete de La Franja por tomar las riendas de un equipo que carece del material esencial: buenos jugadores.
Desde este palco estamos seguros que Carlos Alberto merece dirigir a un mejor equipo el Torneo Apertura 2012; si continúa con La Franja, que Ricardo Henaine y Jesús López contraten a los jugadores que solicite el oriundo de Chile. Pero si los directivos continúan adquiriendo jugadores de primera necesidad, Carlos Alberto deberá dar un paso al costado como lo dio Daniel Guzmán al darse cuenta que no le cumplirían con los futbolistas requeridos para hacer del Puebla un equipo protagonista.
Carlos Alberto, te admiramos por la valentía de dirigir a un pseudoequipo.

Nada extraordinario
La mediocridad de nuestro balompié nacional hace que en la última jornada se diriman cuatro boletos para la Liguilla. La lista la encabeza Guadalajara, la continúan Cruz Azul, Santos, Tigres, y hasta el Morelia y Atlante tienen chance.
Este pequeño detalle hace que los miles de aficionados que otrora colmaban la tribuna del Azteca, Omnilife, Nemesio Díez y Corona prefieran ver por televisión los buenos partidos de las ligas española, inglesa, alemana, italiana y holandesa.
Los locutores de Televisa y TV Azteca podrán asegurar que la fastuosa Liga MX se tutea con las ligas de Europa pero, la verdad, es un fracaso.