Hoy es el segundo informe del gobernador Rafael Moreno Valle y el inicio de un análisis social que no tendrá vuelta de hoja.
Alrededor del mediodía más de 3 mil 500 personas, entre políticos, funcionarios, periodistas, empresarios y líderes partidistas escucharan los logros alcanzados por un mandatario que hasta hoy apuesta por las magnas obras que detonen desarrollo en infraestructura para Puebla. Algunos a favor, otros en contra; sin embargo, la realidad está ahí y será responsabilidad de cada ciudadano verla, palparla, aprovecharla o denostarla.
Los informes gubernamentales (o municipales y legislativos) no son más que un escenario político para sus protagonistas y que establece la ley como parte de sus obligaciones. A la mayoría de los ciudadanos, los llamados “de a pie”, poco les interesa el protocolo. Para ellos, la realidad gubernamental está en el día a día, en los bolsillos, en los servicios públicos, en la educación escolar de sus hijos. Sin ofender a nadie, los actos sociopolíticos son sólo parte de la parafernalia de la vida pública de los personajes en turno.
Aplaudir o juzgar el trabajo hecho por quien hoy rinde cuentas ante el Poder Legislativo local, y posteriormente a cientos de personajes que por deber, obligación, conveniencia o placer estaremos en la explanada del Centro Integral de Seguridad no corresponde a nadie más que a quien, sin ningún tipo de color partidista, filia o fobia política, tiene la verdadera sensatez de hablar sobre lo que en su percepción está bien o mal hecho.
Este día muchos podríamos adquirir el papel de analistas no solo políticos, sino sociales, culturales y económicos y —¿por qué no?— hasta convertirnos en los protagonistas de la historia. Las opiniones encontradas, sabemos pues, estarán a la orden del día; sin embargo, también sabemos que estas no cambiarán la realidad de un entidad que con, o sin ellas, seguirá su curso y será la sociedad quien lo premie o lo demande.
No hay que olvidar que 2013 es para Puebla un año electoral donde los partidos políticos y sus aspirantes reciben los premios o castigos al trabajo hecho anteriormente. El estado, pues, será evaluado por los verdaderos jueces de una sociedad, quienes dentro de 6 meses darán en silencio, a través de un voto, su aval o su rechazo a lo que hasta hoy, bien o mal, se ha hecho.