Mucho se habló sobre la visita que 22 mandatarios realizaron a Puebla para acompañar a Rafael Moreno Valle Rosas, con motivo de su segundo informe de labores. No faltó quien dijera que esto era el fiel reflejo del liderazgo que el mandatario estatal tenía a nivel nacional por el posicionamiento que alcanzó por su trabajo.
Nada está más alejado de la realidad y es una lectura equivocada querer interpretar de este modo la presencia de los 21 gobernadores y el jefe de Gobierno del Distrito Federal quienes estuvieron presentes el pasado martes en Puebla.
Que nadie se equivoque, la presencia de los gobernadores en el informe de Rafael Moreno Valle obedeció a una mera cortesía, simple y sencillamente, no hay que buscarle más al asunto.
El gobernador de Puebla se ha dedicado —él sí, como parte de su campaña hacia Los Pinos— a estar presente en todos y cada uno de los informes de los respectivos mandatarios, quienes para responder al gesto decidieron —reitero— devolver la cortesía.
Ninguno de ellos recibió una llamada desde Bucareli o desde otro lugar para no venir a Puebla, eso fue una verdadera patraña pero de ahí a que con su presencia avalen los sueños morenovallistas de instalarse en Los Pinos hay un buen trecho.
La clave de todo este asunto está realmente en ver quien vino con la representación del presidente Peña, que no fue otro que un funcionario menor —aun dentro del mismo gabinete— como es el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud.
Ni siquiera se trata de un priista de cepa, o de alguien cercano al nuevo presidente de la República, se trató de un personaje emanado del Partido Verde; sí, del gabinete, pero de segundo nivel, ni siquiera comparable con Osorio Chong o Luis Videgaray.
Y es que si algo es cierto, es que por más guiños que trate de enviar para congraciarse con el nuevo titular del Ejecutivo federal, es claro que el inquilino de Casa Puebla no transita en los afectos de Peña Nieto quien, como hemos visto, ha asistido a otros eventos para darle el espaldarazo a personajes como Manuel Velasco en Chiapas.
La presencia de personajes como Osorio Chong y Luis Videgaray en otros informes será la forma de medir y darse cuenta cómo la relación del gobernador de Puebla con la cúpula federal no es en nada parecida a la que tuvo Moreno Valle con Felipe Calderón.
En el juego nacional que se comienza a tejer no hay espacio para Moreno Valle, el cual es visto como un gobernador ciertamente fuerte, pero sin la cercanía y mucho menos con la confianza de quienes hoy por hoy detentan el poder en este país.

Estaba cantado
El metrobús ya cobró sus primeras víctimas y era algo que estaba más que cantado, ya que desde un principio advertimos que era un proyecto mal ejecutado.
Es más, hasta advertimos que los problemas más fuertes se iban a presentar en la zona de San Alejandro y así fue: el fin de semana pasado cuatro personas resultaron lesionadas cuando el metrobús frenó de manera brusca ya que un auto le cortó la circulación a una unidad de transporte público en la misma zona.
No había que ser un genio para adivinarlo: la obra cumbre del morenovallismo carece de planeación y de un proyecto ejecutivo, y así también se lo hicimos saber con anticipación.
Llevo de dos, dos, en menos de una semana. Y conste que quedó asentado, ya que “cantadito, vale doble”.