La mediocridad de la mayoría del plantel poblano ha puesto en la sala de emergencia a La Franja. La derrota ante Jaguares por 1-2 en el mundialista Cuauhtémoc evidenció nuevamente la falta de querer ser y de ambición de algunos jugadores. El ejemplo sencillito lo aplicó el uruguayo Jonathan Lacerda, quien mostró cómo no debe jugar un defensa: Al dejar botar el balón en el área, la jugada contó con la complicidad del arquero Víctor Hernández, al no salir a tiempo para evitar que el error mental del sudamericano permitiera a Luis Loroña bombear el esférico y anotar el primer tanto chiapaneco. La desincronización de la zaga poblana metió “sin querer” al equipo en el penúltimo lugar de la tabla porcentual, a donde suma 99 puntos en 106 encuentros y un cociente de 1.0707, para superar a Gallos de Querétaro, que se ha estancado con un promedio de 0.9899, al sumar 99 puntos en 98 juegos.
El salvamento del Puebla depende de un punto que deberá obtener sí o sí ante Atlante, el próximo domingo en el Andrés Quinta Roo de Cancún; pero, si no consigue el glorioso empate, estará bien complicado que logre una memorable victoria ante Atlas el próximo sábado 27 de abril a las 12 horas en el Cuauhtémoc, a donde se le olvidó triunfar. Pero si los jugadores de Manuel Lapuente están confiados en el paso perdedor de Querétaro, seguro estarán esperando que San Luis les haga el paro, como buen brother, el próximo sábado en La Corregidora; y en Chivas, el venidero sábado 28 de abril en el Omnilife. El panorama de ambos conjuntos luce negro.
Con todas la de perder, Gallos cierra en Querétaro ante Puebla en la última jornada, ¿qué pasará si es el duelo que decide la permanencia?
Los pitonisos no quieren apostar porque en rigor ambos conjuntos deben jugar el siguiente torneo en la división de ascenso.
Chivas está casi nocaut de la Liguilla
El Rebaño Sagrado no aprendió a jugar la contra con Benjamín Galindo. El conjunto de “El Maestro” nuevamente perdió con par de contragolpes atlantistas. El resultado de 1-2 fue justo, porque el 11 de Daniel Guzmán marcó los goles de la victoria, y porque los refuerzos de Chivas, Rafael Márquez Lugo y Miguel Sabah, nunca aparecieron en los momentos vitales de los partidos, para marcar la diferencia. La sangre nueva de Chivas sólo aprendió a no jugar como los veteranos Márquez y Sabah.
Las conclusiones de la Liga para Chivas seguramente las dará su propietario, Jorge Vergara, con la destitución de Galindo, y llevará al banco técnico al que le dé la gana, sin importar que no sea el mejor director técnico del mundo, como prometió hace más de una década.
Puebla, un equipo mediocre
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