Hace un mes la Cámara de Diputados dio a conocer un estudio sobre el maltrato infantil en nuestro país, donde Puebla ocupa uno de los seis primeros lugares en los que mayor número de niños es abusado emocional, física o sexualmente, basado en casos comprobados según la Red de los Derechos de la Infancia en México.
A propósito de la conmemoración del Día de Niño, cuando los políticos se dedican a hacer regalos a los menores que viven en sus respectivas zonas de representación, aprovechando la foto para promocionar “su buena voluntad”, la realidad es que Puebla, después de Guanajuato y Yucatán y seguido de Coahuila, Chihuahua y Sinaloa, tiene rezagos en cuestión de protección de menores.
Hace unos días informamos (igual que otros medios de comunicación) sobre el abuso sexual que sufrió una menor en la escuela primaria 16 de Septiembre, ubicada al sur de la capital poblana. Las medidas que tomaron nuestras autoridades no pasaron de una llamada de atención y un cambio de salón a los pequeños delincuentes a quienes tampoco se les puede responsabilizar, pues un menor no es más que el reflejo de la educación que recibe en casa.
Las estadísticas en nuestro país son alarmantes. Según datos oficiales, 7 de cada 10 menores sufren de un tipo de violencia y en Puebla 6 de cada 10 son víctimas de bullying en sus escuelas. La falta de atención por parte de los padres de familia es la principal causa y, por consecuencia, el silencio de parte del menor.
En este Día del Niño optemos por reflexionar sobre la calidad de vida de los menores que nos rodean. Las autoridades a su vez deberían crear, ejecutar y mantener una campaña preventiva contra la violencia, pues está comprobado que menor que es abusado será un adulto víctima de sus propios daños emocionales, físicos o sexuales o, peor aún, se convierte en un abusador en potencia.
Señores que ejercen cargos de elección popular, servidores públicos, presidentes municipales, gobernador, medios de comunicación, hagamos una tregua en bien de los niños poblanos y preocupémonos por que se desarrollen en un estado sin violencia en el que aprendan a respetar al de enfrente. Hoy 30 de abril ellos merecen mucho más que un regalo, merecen crecer en paz y con el valor suficiente de denunciar a quienes les haga daño.